Crítica de “Bajo el Sol” de Dalibor Matanic (2015)

Siendo uno de los exponentes del cine croata más importantes de este último tiempo, Dalibor Matanic, quien ya había obtenido reconocimiento con el thriller “Fine Dead Girls” (2002), consigue conmover gratamente con su drama “Bajo el sol” (“Zvizdan”), una triple historia de amor ambientada en Croacia a lo largo de tres décadas.

1991, 2001, 2011. Estos son los años que elige el director para presentar sus distintas historias, ya que, claro, técnicamente vendrían a ser tres cortometrajes o mediometrajes con personajes diferentes, solo que contextualizados por similares situaciones referentes a la Guerra de los Balcanes y la separación de Yugoslavia. La particularidad de este film es que el elenco es el mismo en las tres líneas argumentales, lo que supone un excelente desafío actoral, más que nada para la pareja principal de cada relato, a cargo de Tihana Lazovic y Goran Markovic. Increíble trabajo de ambos actores, quienes interpretan papeles totalmente distintos uno de otro y lo logran de manera muy orgánica.

Las similitudes que comparten los tres fragmentos son, por un lado, que se traten sobre el amor de una mujer serbia y un hombre croata, y, por el otro, que el terrible contexto de la zona balcánica defina cada una de las relaciones. En 1991, es justo antes de que empiece la guerra; en 2001, es una vez que finalizó pero con varios resabios y tensiones entre croatas y serbios; y en 2011, a pesar de ser aguas pasadas, demuestra que todavía quedan dudas que no se han disipado.

Un fuerte y devastador primer relato da comienzo a la película que será muy bien entretejida por el director (también guionista) a lo largo de toda su extensión. El segundo presenta personajes completamente diferentes al primero y con una gran carga del pasado, con un pesimismo que dificulta enormemente la relación entre ambos. Y el tercero, por su parte, transmite las consecuencias, casi invisibles, de la guerra; el remordimiento, el miedo de relacionarte con croatas o serbios, latentes durante toda la historia. Este último quizá sea el más flojo de los tres a nivel narrativo, pero es necesario reconocer que tiene un final apoteósico, con la toma con más significado de todo el film.

Desde el aspecto técnico, tiene muy poco que envidiarle a cualquier cinta de otra región (léase Estados Unidos), logrando un producto audiovisual notable. Música a la que, por momentos, estamos poco acostumbrados (sobre todo, en la primera historia) y que ayuda a enfatizar sentimientos de los personajes. La ambientación es otro punto alto de la película, ya que, en todo momento, se huele ese clima hostil como consecuencia de la guerra.

De todos modos, lo que realmente hay que resaltar de “Bajo el sol” es la originalidad y naturalidad de las tres tramas, con personajes bien elaborados y guiones pulidos en cada una de ellas, que nos regala momentos realmente devastadores que, con muy poco, comunican muchísimo. Una mirada, una palabra, una toma. Excelente trabajo del director.

En síntesis, “Bajo el sol” es una profunda película que transmite con destreza y sensibilidad el ambiente balcánico antes y después de la guerra, dejando a la vista la penosa imposibilidad de un amor entre un croata y una serbia durante tres décadas distintas.

Puntaje:

Tráiler:

 

Manuel Otero

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