CINE

Crítica de “Yesterday” de Danny Boyle (2019)

Desde su surgimiento hasta la actualidad, Los Beatles se convirtieron en figuras emblemáticas de la cultura popular. Rompieron todo tipo de récords —algunos que hasta hoy ninguna otra banda de música ha podido superar—, inspiraron a artistas que luego se convertirían también en ídolos y su música sigue vigente para muchas generaciones. Es inconcebible un mundo sin la influencia de este conjunto británico, pero “Yesterday” intenta preguntarse cómo sería la vida si un día todos nos olvidáramos de su existencia.

Dirigida por Danny Boyle —quien estuvo al frente de proyectos como “Quién quiere ser millonario” (2008) y “Trainspotting” (1996)—, “Yesterday” sigue a Jack Malik (Himesh Patel), un músico sin demasiado éxito que ambiciona triunfar en lo suyo. Después de un accidente y de un apagón mundial, descubre que nadie recuerda a Los Beatles salvo él. Entonces, decide interpretar sus canciones y fingir que es él quien las compuso para alcanzar la fama y el reconocimiento, lo que hace que su carrera despegue rápidamente.

Es una película entretenida, divertida y fresca. El guion a cargo de Richard Curtis —quien también escribió otras comedias románticas británicas como “Cuatro Bodas y Un Funeral” (1994), “Notting Hill” (1999) y “Realmente Amor” (2003)— es simple y no toma demasiados riesgos, pero justamente en su sencillez recae su éxito. De alguna manera, intenta contar dos historias de amor: por un lado, la relación entre Jack y Ellie (Lily James), su mejor amiga y representante, mientras que al mismo tiempo funciona como una suerte de homenaje a la obra de Los Beatles y su influencia en la cultura británica y popular.

Por otro lado, cuenta con la participación de Ed Sheeran, quien se interpreta a sí mismo como la figura del ídolo musical actual, que solamente puede ser superado y relegado a un segundo plano por las canciones de Los Beatles. Así, la película propone que el legado de Los Beatles los trasciende incluso a ellos mismos y que su obra no podrá desaparecer porque es atemporal. Funcionó hace décadas y lo hará siempre, incluso aunque cambie la manera en la que se consume música o los géneros de moda.

Al mismo tiempo, “Yesterday” indaga sobre el lado oscuro de la industria musical, que muchas veces para el público general resulta desconocido. Muestra las presiones, la falta de libertad creativa, la manipulación a la que se someten muchos artistas y, también, el proceso mediante el cual los mismos se convierten en simples objetos cuya única función es generar dinero. Abordado desde un tono más bien cómico, pone luz sobre la idealización del éxito y se cuestiona si realmente la fama es sinónimo de felicidad. Aunque el final pueda parecer una decisión cuestionable por parte de la realización, está fundamentado en esta idea.

Un punto flojo que hay considerar son los personajes, especialmente Ellie. Por momentos puede parecer bidimensional y sin demasiados matices. No hay desarrollo del personaje ni tiene motivaciones propias más allá de apoyar casi incondicionalmente a Jack. Fuera de la relación entre estos dos personajes, no sabemos mucho de ella y en ese punto flaquea la película.

En síntesis, “Yesterday” es una comedia romántica que aprovecha la “inexistencia” de Los Beatles para plantearlo como un obstáculo para la pareja protagónica por todos los problemas que la fama desencadena en su relación y también para declarar su amor a este grupo británico que marcó y seguirá marcando a generaciones enteras con su música. Tal vez no sea una obra maestra, pero sí es una cinta que se disfruta de principio a fin, que arranca carcajadas y que hace que salgamos del cine cantando los éxitos de Los Beatles.

Puntaje: 

 

 

Tráiler:

 

Micaela Gallo

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