«Disenchantment»: El regreso de Matt Groening
Matt Groening vuelve a deleitarnos con otra serie de animación, luego de las ya clásicas «Los Simpsons» y «Futurama», eligiendo a Netflix como el terreno para retornar a este género que tan bien le sienta.
Con una primera temporada de 10 capítulos de media hora, «Disenchantment» nos cuenta una historia de épicas y fantásticas proporciones en un entorno medieval. Así es como se narraran las desventuras y peripecias de la princesa Bean (Abbi Jacobson), una alcohólica, irresponsable y descontrolada adolescente, que lejos quiere estar de los protocolos de la realeza. En su lucha por rechazar matrimonios arreglados y demás gravámenes que la pondrán en contraposición a su padre, el rey Zog (John DiMaggio), contará con la ayuda de Elfo (Nat Faxon), su enérgico acompañante, y Luci (Eric André), su demonio personal. En «(Des) encanto», su título en Latinoamérica, los espectadores serán trasladados al mundo medieval en ruinas de Dreamland, y a lo largo del camino este trío disfuncional se encontrará con ogros, arpías, trolls, duendecillos, diablillos, morsas y muchos humanos excéntricos.
Cabe aclarar que los personajes principales (Jacobson, André y Faxon), en palabras del mismo Groening, fueron seleccionados porque tienen en común que son escritores, actores y directores, asunto por el cual ellos mismos improvisaron gran parte de las líneas que les tocaba decir.
A diferencia de las otras propuestas de comedia del famoso dibujante, productor y escritor norteamericano, que tenían un estilo más serializado y marcado, la serie de Netflix ofrece lo más parecido a tener una trama general. Aun así, hay varios capítulos autoconclusivos que poseen el espíritu de la familia amarilla o de la historia futurista, pero la serie en su conjunto deja una estructura superior que va evolucionando a lo largo del camino.
Si bien la serie tiene un comienzo algo atolondrado, con el correr de los capítulos el relato se va asentando y consolidando a fuerza de un grupo de personajes extremadamente interesantes y funcionales al estilo cómico de Groening. Bean es una princesa poco convencional del estilo de Fiona de «Shrek» (2001), pero con un espíritu todavía más trangresor. Un personaje sumamente fuerte y que va en consonancia con los tiempos que corren, derribando los estereotipos femeninos arcaicos y caídos en desuso. En ella está presente el espíritu feminista de Lisa Simpson y de Leela, pero también fue aggiornado y actualizado según el clima sociocultural actual. Y lo positivo es que el personaje está tan bien escrito que sirve como plataforma para desenvolverse en situaciones hilarantes. Sus poco probables pero atractivos ayudantes hacen que el trío protagónico esté extremadamente cuidado y afianzado, haciendo que el contexto y los entornos surjan solos, motivando el humor y los gags característicos. Podemos decir que no todos los chistes funcionan, pero poco a poco los personajes secundarios y la trama principal van puliendo el humor que llega a la segunda mitad de la serie en un excelentísimo nivel.
Además de subvertir el espíritu clasicista de los cuentos de hadas, la serie sirve de plataforma para satirizar a productos como «Game of Thrones» (por ejemplo Bean usa un atuendo muy similar al de Daenerys Targaryen), «The Smurfs» (en la aldea del personaje de Elfo) e incluso «The Holy Grail» de los Monty Pyton y «The Lord of the Rings».
Por el lado de la animación, es impecable todo el trabajo realizado por el estudio e incluso es interesante la combinación entre la animación tradicional y el CGI, generando los planos de establecimiento en un embellecido 3D motivado por la técnica popular en ciertos videojuegos y conocida como cel-shading (un tipo de renderización no fotorrealista diseñada para hacer que los gráficos por computadora parezcan dibujados a mano) que le da una estética y estilo bien marcado.
En síntesis, «Disenchantment» es una excelente propuesta para maratonear en Netflix de la mano de un monstruo de la animación como lo es Matt Groening. Quizás la serie no esté a la altura de las primeras temporadas de «Los Simpsons», pero sí tiene un estilo y una voz propia que vale la pena visitar. Su excelente elenco y el marcado ritmo para la comedia de los involucrados la vuelven un cóctel entretenido. Tal vez algunos gags deban ser pulidos pero el final de la primera temporada deja todo preparado para que estemos ansioso por ver la continuación de la serie.
Tráiler:
Martín Goniondzki