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El coronavirus y la industria cinematográfica: incógnitas y postergaciones

La pandemia del COVID – 19 ha puesto en alerta al mundo, y llevó a la toma de medidas en pos de evitar la propagación del virus. Algunas de ellas afectan directa e indirectamente al ámbito del cine, que observa cómo los estrenos, rodajes y elencos se ven paralizados.

El coronavirus es una enfermedad infecciosa que es tan dinámica como desconocida, lo que lleva a que los países tomen decisiones que no sólo frenen el avance del virus, sino que les den tiempo suficiente para investigar, conocer y saber cómo enfrentarlo, preparando los sistemas de salud e insumos sanitarios para paliar la pandemia. Hasta el momento, se han detectado alrededor de 170.000 casos, en más de 150 países del mundo.

Las medidas tomadas por las regiones afectadas tienen ciertos puntos de concordancia. Entre las coincidencias a nivel mundial están las suspensiones a vuelos provenientes de las zonas de riesgo, las restricciones a las fronteras o las limitaciones a la circulación de personas. También, se han prohibido espectáculos masivos y musicales. En el caso puntual de Argentina, el impedimento afecta a congresos, recitales, espacios culturales masivos, atractivos turísticos y boliches.

La situación del cine es un tópico muy particular. En China, el segundo mercado de películas más grande del mundo, cerca de 70.000 salas de cine cerraron sus puertas desde que comenzó el brote. Países como Italia, Francia y España siguieron sus pasos. Pero en Argentina, según el DNU firmado el jueves por el presidente Alberto Fernández, se estableció que los cines y los teatros podían funcionar, pero al 50% de su capacidad. Esto cambió el domingo por la tarde, cuando se decidió cerrarlos hasta el 31 de marzo.

Esta cuestión, al igual que la restricción sobre los vuelos y la proliferación de la enfermedad en zonas clave para el avance de ciertas producciones, afectó a toda la cadena cinematográfica: actores, estudios, inversores y distribuidores. Por el momento, las pérdidas que sufrió Hollywood se acercan a los 7.000 millones de dólares, que se distribuyen en tickets no vendidos, gastos en la promoción de películas que deberán esperar para estrenarse y lo perdido en rodajes que se vieron suspendidos.

Tal es así, que Disney optó por detener renombrados proyectos que tenía en pie. Algunos de ellos se preparaban para empezar, como el live-action de «La Sirenita», cuyas grabaciones estaban a unos pocos días de comenzar en Londres. También en etapa de pre-producción se encontraban «Peter Pan & Wendy» y «Shrunk», secuela de «Querida, encogí a los niños», que fueron retrasadas.

El producto que Disney realizó en colaboración con Marvel, «Shang – Chi and The Legend of the Ten Rings», se interrumpió luego de que el mismísimo director, Destin Daniel Cretton, se pusiera en cuarentena a modo de precaución, ya que tiene un bebé recién nacido. Por su parte, «Misión Imposible 7» canceló su rodaje en Venecia, ante la emergencia por el virus en Italia, al igual que «Competencia oficial», film de Cohn – Duprat, con Antonio Banderas y Penélope Cruz, que tomó la misma decisión por el avance de la enfermedad en España.

Producciones como «The Last Duel», la película histórica de drama y suspenso de Ridley Scott, protagonizada por Ben Affleck, Matt Damon y Adam Driver; el thriller de Guillermo del Toro, «Nightmare Alley», y el remake de «Mi pobre angelito» fueron igualmente paralizadas.

Pero la lista de afectados sigue, y, en este caso, se trata de los estrenos reprogramados. Quienes encabezan, por orden de lanzamiento, son el film nacional «Corazón loco», protagonizado por Adrián Suar, Gabriela Toscano y Soledad Villamil, y «Un lugar en el silencio 2», de John Krasinski. Ambos films estaban indicados para el 19 de marzo, pero fueron pospuestos. Lo mismo le ocurrió al remake de «Mulan», que estaba planeado para el 26 de marzo, y a la secuela de la animación infantil «Peter Rabbit 2: A la fuga», establecida en Europa para el 27 de marzo y en Estados Unidos para el 3 de abril, aunque finalmente ha sido aplazada hasta el 7 de agosto.

Tanto «Los nuevos mutantes» como «Espíritus oscuros» (Guillermo del Toro) se preparaban para su estreno en abril, pero también se vieron afectadas por el coronavirus. «Sin tiempo para morir» compartía el mes de estreno con las dos anteriores, pero, igual que ellas, sufrió un retraso, lo que le costará a la saga de James Bond unos 50 millones de dólares. El 2 de abril quedará en el olvido, pues aparecerá en la gran pantalla el 12 de noviembre.

Por otro lado, Universal Pictures ha decidido posponer un año el estreno de «Fast & Furious 9″, por lo que la película verá la luz recién en abril de 2021. El caso de «Greyhound» es llamativo, pues ha recibido un doble impacto: en primer lugar, su protagonista, Tom Hanks, ha sido diagnosticado con coronavirus y, en segundo, su debut sufrirá una modificación, y pasará del 8 de mayo al 19 de junio. El listado lo completa «Morbius», una cinta de superhéroes encabezada por Jared Leto, que sufrió las consecuencias de la pandemia, pero de forma más leve, al ser postergada del 31 de julio al 7 de agosto.

 

Milagros Maffione

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