«La Jauría», una segunda temporada poco verosímil

En 2020 se estrenó «La Jauría», una serie chilena que a través de una historia atrapante y entretenida logró hablar sobre la violencia de género, el machismo, el poder, entre otras cuestiones.

Hace poco llegó a Amazon Prime Video su segunda temporada, que a pesar de seguir la misma línea y ampliar un poco más el universo que ya se había explorado previamente, se vuelve bastante fantasiosa e irreal.

Luego de los hechos ocurridos durante la entrega anterior, Olivia (Antonia Zegers) es enviada a un pueblo a investigar la muerte de una chica después de una fiesta y la desaparición de dos jóvenes más. Mientras tanto, Elisa (Daniela Vega) está en la cárcel y se encuentra con Celeste (Paula Luchsinger) para que se contacte con un grupo de hackers que siguen de cerca los pasos de la Jauría para determinar quiénes la financian y con qué personas poderosas está conectada. Blanca (Antonia Giesen) empieza a estudiar derecho para conseguir un poco de justicia por lo que le sucedió y Gonzalo (Clemente Rodríguez) buscará hacer lo posible para remediar todo lo que hizo.

Por un lado, la trama resulta sumamente atrapante e interesante porque todo el tiempo pasan cosas y las protagonistas se encuentran en un peligro constante. Tenemos giros sorprendentes, historias que se conectan entre sí de una buena manera y secuencias impactantes. Sin embargo, todo se vuelve bastante fantasioso e inverosímil. Las jóvenes son súper hackers y están a la altura de la policía, y hay chicos que se infiltran en organizaciones poderosas; algo que no genera credibilidad.

La serie sigue ahondando en la corrupción, la política, el abuso de poder, hasta dónde está dispuesta una persona a hacer ciertas cosas para conseguir un puesto más importante, la violencia de género, conspiraciones, el feminismo, detenciones ilegales, entre otras cuestiones. Todos temas muy potentes y sensibles, algunos mejor tratados que otros, que solamente se quedan en brindar un espectáculo más que en dejar un mensaje contundente.

Los personajes van evolucionando de buena manera y las actrices ya se encuentran bastante consolidadas en sus papeles. Existen algunos roles principales como el de Blanca que pierden un poco de protagonismo dentro de la trama, aunque tiene algunas intervenciones clave; mientras que otros cobran más importancia. Sí están bastante marcados quiénes son los buenos y quiénes los malos, no hay demasiados grises ni víctimas de situaciones complejas como anteriormente.

En síntesis, si bien la historia sigue siendo atrapante y entretenida, en el deseo de querer abarcar un universo más grande y mantener impactado al espectador la segunda temporada de «La Jauría» cae en secuencias bastante fantasiosas, inverosímiles y grandilocuentes, embarrando el producto final. Podes pasarla bien mientras la ves, porque no es para nada aburrida, pero cuando uno se pone a reflexionar sobre lo que está viendo no nos termina de cerrar del todo.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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