CINE

Las mejores cinco historias de amor en el cine

Si hay un momento del año en el que podemos hacer una eterna maratón de comedias románticas sin sentirnos culpables, es durante la semana de San Valentín. Hollywood se encargó de crear estándares altísimos en lo que al amor respecta, presentándonos relaciones idílicas que siempre terminan con un hermoso final feliz, pero nadie puede negar que muchas de ellas resultan inolvidables. Más allá de las clásicas como Jack y Rose en «Titanic» (1997) o Noah y Allie en «Diario de una Pasión» (2004), acá van mis cinco historias de amor favoritas que pudimos ver en el cine durante los últimos años:

Mia y Sebastian, en “La La Land” de Damien Chazelle (2016)

En «La La Land» seguimos a Mia, una aspirante a actriz sin éxito, y a Sebastian, un músico de jazz que tampoco tiene demasiada suerte, mientras se enamoran e intentan cumplir sus sueños.

Si bien es una historia de amor un poco triste, hay que reconocer que se siente bastante auténtica y que describe a la perfección cómo suelen suceder las cosas en la vida real. A veces no hay finales felices, pero sí amores profundos e intensos que son inolvidables, aunque no hayan podido perdurar en el tiempo. En el caso de Mia y Sebastian, se encontraron en el momento perfecto, justo cuando ambos se necesitaban para poder ayudarse a cumplir sus sueños, pero las circunstancias de la vida los separaron. Y aunque eso sea inevitablemente triste, nadie nos puede impedir disfrutar de los maravillosos números musicales que comparten en la película.

Jenna y Matt, en “Si tuviera 30” de Gary Winick (2004)

Jenna Rink, a los trece años, viaja al futuro y se encuentra con su versión de treinta. Su vida parece soñada: trabaja en una revista de moda, vive en Nueva York y tiene suerte con los chicos. Sin embargo, descubre que por diversas razones perdió contacto con Matt, su mejor amigo de la infancia, y cuando se reencuentra con él se da cuenta de lo importante que es para ella y, como es de esperarse, se enamoran.

¿Hay historia de amor más linda que esa que nace de una genuina amistad? La relación de Jenna y Matt es hermosa y sana, de esas que como espectadores disfrutamos de principio a fin. Es fácil involucrarnos con los personajes y encariñarnos con ellos por la química que hay entre Jennifer Gardner y Mark Ruffalo, quienes le dan vida a sus versiones adultas. Sin dudas, es una de esas parejas de la pantalla grande que no pasa de moda.

Frances y Sophie, en “Frances Ha” de Noah Baumbach (2012)

Esta cinta, protagonizada por Greta Gerwig, sigue Frances y a Sophie, que son mejores amigas desde la universidad. Viven juntas, son prácticamente la misma persona y tienen planeada toda su vida a la par. Sin embargo, un día Sophie decide mudarse y a Frances no le queda otra opción que reorganizar su vida.

Esta es una historia de amor no romántico, pero de amor al fin. Abarca la amistad femenina de una manera maravillosa, y nos presenta a dos mujeres que se aman prácticamente como hermanas, que tienen un vínculo único e invisible al resto. En un momento de la cinta, Frances habla de lo que busca en una relación y hace referencia a encontrar a tu persona, y eso es lo que en definitiva termina siendo Sophie para ella. La persona en el mundo de Frances no es ningún chico ni ninguna pareja, sino su mejor amiga, y ese es un concepto interesante y todavía poco explorado en el cine.

Elio y Oliver, en “Llámame por tu Nombre” de Luca Guadagnino (2017)

Sin dudas, una de las mejores películas que nos dejó el 2017 fue esta. En «Llámame por tu Nombre» seguimos la historia de Elio y Oliver, quienes se enamoran en Italia durante el verano de 1983.

Esta película va más allá de todas las etiquetas que intentemos ponerle. No es solo una historia que le da voz a un sector de la sociedad que suele ser silenciado, sino que también triunfa en representar al primer amor y todo lo que eso conlleva. Sin dudas, la relación de Elio y Oliver no se olvida fácilmente porque se siente real, y apunta a mostrarnos al amor por sí mismo, en su forma más pura, sin rótulos, etiquetas o antagonistas. Además, es un filme que se siente pequeño e íntimo, lo cual ayuda a conectar con la historia desde un lugar mucho más personal.

Kat y Patrick, en “10 cosas que odio de ti” de Gil Junger (1999)

En esta moderna adaptación de “La fierecilla domada” de Shakespeare, vemos cómo Patrick intenta conquistar a Kat a cambio de dinero para que otros chicos puedan salir con Bianca, su hermana. Si bien la historia de amor tiene un comienzo un poco trunco, a medida que la relación se va desarrollando es inevitable sentir cómo nos van ganando el corazón.

A este punto la pareja de Kat y Patrick, interpretados por Julia Stiles y Heath Ledger respectivamente, ya puede ser considerada icónica. Este filme explora el amor adolescente de la mejor manera posible, y quizás sea el culpable de poner nuestras expectativas tan altas en lo que a relaciones respecta. Es una película divertida, fresca, juvenil y tiene esa vibra de finales de los noventas que siempre se disfruta. Además, nos dejó esa inolvidable escena en la que Heath Ledger le canta “Can’t take my eyes off you” a Julia Stiles en las gradas del colegio, y eso debería ser suficiente para convencernos de que no hay mejor plan para el catorce de febrero que mirar esta cinta.

 

Micaela Gallo

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