“Mindhunter”: ¿Qué se esconde detrás de un asesino serial?
Basada en el libro “Mind Hunter: Inside FBI’s Elite Serial Crime Unit” de Mark Olshaker y John E. Douglas, «Mindhunter» se centra en los agentes Holden Ford y Bill Tench, quienes se dedican a capacitar a policías de distintas localidades de Estados Unidos. Bill es agente de la Unidad de Conducta del FBI, mientras que Holden se dedica a la negociación de rehenes. Pero al mismo tiempo que llevan a cabo esta tarea, también se dedican a entrevistar a criminales de alto vuelo en las cárceles cercanas a dichas localidades. Y muchas veces ambas actividades se entrelazan, cuando algunos de los policías tienen que resolver un caso inédito en su pueblo y piden ayuda a las eminencias en el tema. Tal vez por momentos puede resultar reiterativa esta rutina que realizan los detectives, pero poco a poco los va llevando a algo más trascendental.
“Mindhunter” puede recordarnos un poco a «El Silencio de los Inocentes», por esta modalidad de utilizar a un asesino serial para resolver un caso. Pero la serie va más allá, porque explora la mente detrás de estas personas, cómo llegaron a cometer tales actos, cómo fue su infancia, su adolescencia, su desarrollo en la comunidad, si nacieron criminales o si la sociedad los formó. No busca justificar a los asesinos, pero sí tratar de componer un patrón, hacer una retrospectiva de los hechos para dar con una conducta determinada.
La serie presenta un ritmo más pausado que los policiales a los que acostumbramos ver en televisión y carece de este planteo clásico de un procedimental, algo que vemos como beneficioso. No tenemos la típica estructura de un caso con cierta cantidad de víctimas y un grupo del FBI o de alguna unidad especial que tiene que perseguir y capturar, sino que se centra en la investigación y el descubrimiento de los dos protagonistas, que buscan establecer una clasificación de asesinos seriales.
La ambientación y la música cumplen un rol particular dentro de la trama, ya que la historia se centra en los años ’70 y se la reconstruye de una manera perfecta, haciendo que no solo el argumento sea interesante, sino que tenga un despliegue visual impactante.
Con respecto al elenco, podemos encontrar una gran solidez en un equipo con caras poco conocidas, pero que realizan una maravillosa labor. En la dupla protagónica tenemos a dos modelos de agentes distintos, a Bill (Holt McCallany), el que respeta las reglas y tiene una moral alta, y a Holden (Jonathan Groff), quien con tal de conseguir un objetivo concreto no tiene miedo de ir más allá de lo permitido.
Detrás de esta historia nos encontramos con David Fincher, quien oficia de productor ejecutivo y que es el encargado de dirigir cuatro de los diez episodios de la serie (en “House of Cards” dirigió dos). Se nota su mano en cuanto a la composición de los cuadros y el ritmo de la narración, dándonos pinceladas de sus acertados policiales como “Zodiac” o “Gone Girl”.
En síntesis, “Mindhunter” es un policial distinto, más profundo, psicológico, que se introduce en la mente de los criminales más sádicos, para traernos el lado b de una historia policial y que viene a mostrarnos una época determinante para el FBI y las investigaciones, debido a su cambio de perspectiva a la hora de entender a los asesinos seriales.
Y por si quedó alguna duda de la calidad de «Mindhunter», Netflix la renovó por una segunda temporada, solamente tras una semana de su estreno. Según Fincher, la próxima entrega se adentrará en los asesinatos de niños en Atlanta, los cuales tuvieron lugar entre 1979 y 1981.
Tráiler:
Samantha Schuster
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