Miralo en Qubit TV: «The Lady Vanishes» de Alfred Hitchcock (1938)

Dentro de la amplia oferta de películas que nos ofrece Qubit TV del director británico Alfred Hitchcock (tienen cerca de 30 títulos del autor en su filmoteca), «The Lady Vanishes» representa una de las más atractivas propuestas para descubrir. «The Lady Vanishes», conocida en Latinoamérica como «La Dama Desaparece», es uno de los films del periodo británico del director, que sorprende por su vertiginoso ritmo y por una increíble solvencia y economía narrativa.

El largometraje se sitúa en Europa, más precisamente durante un viaje en el tren Transcontinental Express, el cual sufre un gran retraso a causa del mal tiempo. Los pasajeros de dicho transporte se ven obligados a pasar la noche en un pequeño hotel, cuya capacidad se ve desbordada a causa de lo tormenta de nieve que aqueja a la zona. Iris Henderson (Margaret Lockwood), una joven turista inglesa, entabla conversación con una vieja institutriz, la señora Froy (May Whitty). Al día siguiente, al reanudarse el viaje, Iris nota la desaparición de la anciana, pero los demás pasajeros parecen afirmar que dicha persona no existe y que ella sufre alucinaciones. Decidida a encontrarla, emprende una ardua e incansable búsqueda junto a Gilbert Redman (Michael Redgrave), el único pasajero que parece creerle.

Este thriller psicológico con algunos ligeros toques de comedia está basado en la novela «The Wheel Spins» de Ethel Lina White, la cual fue adaptada en tres oportunidades siendo la de Hitchcock la primera, y una de las obras más conocidas del periodo inglés del autor. Probablemente, sea recordada por ser uno de sus relatos más sofisticados y vertiginosos, además del que le daría el empujón para mudarse de continente y seguir su carrera en Hollywood. Alfred venía de hacer tres películas las cuales no tuvieron un gran desempeño («Young and Innocent», «Sabotage» y «Secret Agent») y «The Lady Vanishes» significó un éxito rotundo que aceleró su paso a la meca del cine de la mano del productor norteamericano David O. Selznick.

El film, además de ser sumamente atrapante y entretenido, se vale de una economía de recursos para contar los acontecimientos que llevan adelante el conflicto, con un ritmo acelerado que no le da respiro al espectador. Hitchcock demuestra todo su talento como narrador y su frescura, haciendo que no se sientan para nada los 83 años que tiene la película. Por otro lado, quedaba evidenciada la posición del cineasta frente al panorama mundial del momento, con un conflicto bélico que se avecinaba, por medio de una trama de espías que le daba mayor dimensión al relato.

Nuevamente Hitchock hace propia una historia ajena que en primer lugar no estaba destinado a dirigir él, pero que terminó agarrando para cumplir con un contrato con la productora con la que trabajaba. El director hizo varios cambios en la historia de base para darle su propia impronta y muchos de esos cambios implicaron el contexto en el que se desarrolla la historia, el final donde se da ese tiroteo entre los bandos antagónicos y varias características de los personajes. Decimos que Hitchcock hizo propia la historia porque no solo la dama del título representa uno de los MacGuffins más grandes que haya utilizado el director, sino que al ubicar la acción mayormente en un espacio reducido (arriba de un tren) propicia y motiva más los mecanismos de la tensión y el suspense.

Como dato de color cabe mencionar que la película se convirtió en la película británica más exitosa de aquella época y también fue reconocida por varios medios internacionales siendo uno de ellos el diario The New York Times quien nombró al film con La Mejor película de 1938. Asimismo, en 1939 Hitchcock obtuvo el galardón de «New York Film Critics Circle», siendo la única vez en la que el director logró un premio por su dirección (recordemos que Hitchcock nunca ganó un Oscar por alguna de sus películas, sino que recibió la preciada estatuilla de forma honoraria en 1968, y obtuvo varios reconocimientos, pero ninguno por la dirección en sí).

«The Lady Vanishes» es una propuesta ineludible para quienes quieran profundizar sobre el periodo británico de Alfred Hitchcock y para aquellos que busquen ese firme paso previo a que el director se convierta en leyenda. Un thriller con buen pulso, pequeño en su forma, pero gigante a nivel narrativo.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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