«Muñeca Rusa»: ¿Cómo morir una y otra vez?
Nadia Vulvokov se encuentra festejando su cumpleaños número 36 en la casa de su amiga Maxine, hasta que decide abandonar su propia celebración para irse a su casa con un hombre que acababa de conocer. Posteriormente, sale en busca de su gato que se perdió unos días atrás y muere atropellada. Pero rápidamente vuelve a la vida, con la particularidad de que empieza a revivir una y otra vez esa misma noche, muriendo de distintas formas.
A simple vista, “Muñeca Rusa”, la nueva comedia negra de Netflix, se asemeja mucho a historias como “El Día de la Marmota” o “Feliz Día de tu Muerte”, donde el personaje principal se encuentra en un bucle temporal tratando de descifrar lo ocurrido y remediando sus errores para conseguir salir de esa situación. Y si bien los primeros episodios presentan esa trama convencional ya vista anteriormente, a partir del cuarto capítulo la serie se vuelve más original debido a la incorporación de nuevos condimentos para este tipo de argumentos. De esta manera, la protagonista buscará descubrir por qué pasó lo que pasó, cuál fue su origen y cuál podría ser la posible solución para terminar con este ciclo, con una ayuda muy particular.
La vuelta de tuerca argumental aparece también gracias a la reflexión sobre la vida y la muerte, la psicología de la mente, la infancia, la pérdida, la culpa, la responsabilidad, el peso de nuestras decisiones, entre otras temáticas profundas, que son tratadas a través de un humor negro, irónico e hilarante. A partir de distintos detalles que se irán revelando con el correr de los ocho episodios de 30 minutos, nos iremos interiorizando sobre la vida pasada de Nadia y sobre aquellos traumas que, al igual que este bucle mortal, no la dejan seguir adelante, pero que irá descubriendo y analizando poco a poco como si de una mamushka se tratara, sacando capa por capa. De esta forma, la historia consigue encontrar una identidad propia, más allá del material de base.
Natasha Lyonne es la encargada de darle vida a Nadia, una actriz a la que se la nota muy cómoda en su rol; sus diálogos fluyen con total naturalidad, en parte porque el guion está basado en su propia experiencia. Así es como consigue componer de una gran manera a esta mujer inteligente pero egoísta, escéptica y que lleva sobre sus hombros una culpa pasada que no logra dejar ir, pero que con el correr de los capítulos su actitud va mutando poco a poco. De todas formas, por momentos se parece bastante a su papel de Nicky en “Orange is the New Black”, sobre todo en cuanto a su relación con las drogas, su soltura y paranoia, haciendo que por instantes no se pueda despegar de la figura que lleva componiendo hace ya ocho años. El resto del elenco acompaña muy bien, principalmente Charlie Barnett, quien personifica a Alan, un personaje muy importante dentro de la trama, que no solo hace que la misma avance, sino que tome un camino mucho más interesante que el planteado en una primera instancia (pero el cual no vamos a revelar para no realizar ningún tipo de spoiler). También podemos destacar a Elizabeth Ashley como Ruth Brenner, una psicóloga que se hizo cargo de Nadia en su niñez y que traerá los momentos más reflexivos y emotivos a la historia.
Pero además de los interesantes nombres que se encuentran delante de cámara, tenemos figuras como Amy Poehler (“Parks and Recreation”) y Leslye Headland (“Bachelorette”) detrás de escena, quienes, junto a Natasha Lyonne, son las creadoras y productoras ejecutivas de la serie y logran impregnarle al guion sus experiencias y perspectivas de vida. Headland también se encarga de dirigir la mitad de los episodios.
También podemos resaltar los aspectos técnicos de “Muñeca Rusa”, principalmente la confección de los planos (la introducción del final es simplemente maravillosa) y la fotografía, pero también la ambientación, con un decorado que otorga ciertas pistas sobre lo que está ocurriendo (pero solo un espectador activo se podrá dar cuenta de ello) y una buena banda de sonido, entre la que se destaca la canción “Gotta Get Up” de Harry Nilsson, la cual aparece cada vez que Nadia reinicia su último día.
En síntesis, Netflix vuelve a hacer una buena apuesta a la hora de presentarnos un contenido novedoso e interesante en su plataforma. “Muñeca Rusa” se presenta como una trama ya vista en otras oportunidades, pero logra darle una vuelta de tuerca debido a la construcción de sus personajes (sobre todo de su peculiar protagonista), su ingenioso guion, la combinación entre su tono irónico y su humor negro con su parte más profunda y reflexiva, como también un giro narrativo hacia el final que podrá descolocar al espectador pero que sin dudas será una grata sorpresa. Y con solo ocho episodios de 30 minutos permite también hacer una buena maratón.
Tráiler:
Samantha Schuster