“Black Mirror” S04E02: “Arkangel”
Desde hace cuatro años “Black Mirror” viene proporcionándonos una mirada no tan lejana de un futuro donde la tecnología ejerce un rol sumamente vital para la sociedad. Algunos capítulos son más efectivos que otros, pero en todos nos deja un mensaje sobre el lado negativo de esta dependencia electrónica.
Particularmente, en el segundo episodio de la cuarta temporada, titulado “Arkangel”, nos encontramos con una madre que boga por la seguridad de su pequeña. Luego de un incidente en un parque donde Sara persiguió a un gato y se perdió, Marie decidió hacerla formar parte de un experimento, en el cual le insertaron un chip para no solo determinar su ubicación, sino generar una especie de control parental (disminuir la angustia a través de la eliminación de estímulos que la pudieran estresar, ver lo que su hija ve, entre otras funciones).
Pero como con todo en “Black Mirror”, las buenas ideas y los avances tecnológicos siempre traen aparejados un gran cuestionamiento acerca de los límites entre lo que está bien y lo que está mal. En este caso, se pone en jaque el control parental y la seguridad vs la intimidad de la pequeña (que a lo largo del capítulo va creciendo hasta convertirse en una adolescente). ¿Está bien saber si un hijo corre peligro? ¿Está bien impedirle sentir estrés o transitar por situaciones angustiantes? ¿Está bien saber dónde está en todo momento? ¿Está bien ver todo lo que está viviendo? Algunas preguntas probablemente sean más fáciles de responder que otras, donde lo ético y lo moral se ponen en juego. Seguramente muchos padres querrían evitarle ciertos acontecimientos a sus hijos, pero a la vez éstos forman parte de la vida, la cual está compuesta por momentos felices y otros más dolorosos. Incluso llega cierta edad en la que los padres deben otorgarle una mayor libertad por más de que cueste y dejar que se conviertan en personas autónomas con sus errores y aciertos.
Lo interesante de este episodio, además de esta puja y límite entre lo que está bien y lo que está mal, es que, con todas las salvedades que se suponen, no es algo que sería tan extraño en nuestra sociedad. Mal que mal existe control parental para ciertas aplicaciones o plataformas, como Netflix, donde los padres pueden elegir qué es lo que los chicos están viendo, o mismo algunos se preocupan por saber con quiénes hablan por Facebook o Whatsapp, ya que hoy por hoy las relaciones pasan en su mayoría por internet y las redes sociales y la inseguridad (física e informática) es muy grande. ¿Pero sería algo así una solución? ¿O formaría parte de un problema mayor? Cada uno podrá sacar sus propias conclusiones.
Es por eso mismo que también el contexto en el cual se emerge este episodio es tal vez uno de los menos futuristas de toda la serie. Si bien tiene algunos detalles y elementos más avanzados, en su mayoría nos sentimos más cercanos a la historia porque es similar a nuestra realidad.
En síntesis, “Arkangel” nos proporciona uno de esos capítulos de “Black Mirror” en donde el futuro se siente mucho más cotidiano de lo que nos tiene acostumbrados la serie, generándonos una cercanía aún mayor y un “miedo” más real. Nuevamente pone en el tapete un tema controversial como los límites del control parental para reflexionar acerca de su utilización y consecuencias.
Tráiler:
Samantha Schuster