«The Walking Dead»: Luchando por la libertad

En la primera agonizante mitad de la séptima temporada nos hundimos junto a un Rick Grimes vencido por el dolor y el miedo a perder más gente. El grupo parece roto tras las muertes de Glenn y Abraham, el destierro auto-infligido de Carol, el cautiverio de Daryl y –sobre todo- la derrota en los ojos de Rick.

Afortunadamente, la resignación de Rick ante este nuevo orden mundial no es compartida por su gente, que no baja los brazos. Vemos los frustrados intentos de Rosita y Carl de asesinar a Negan, a Michonne buscando una salida, a Enid organizando la resistencia. Incluso cuando el propio espíritu de Rick parece haber muerto, el sentido de pertenencia y orgullo con que ha inspirado a los suyos sigue vivo.

El cierre de esta primera mitad llega cargado de promesas. Un emotivo reencuentro del grupo en Hilltop, el regreso de Daryl, la determinación silenciosa pero firme de luchar por la libertad. Nuestro líder se pone nuevamente de pie. Rick ha vuelto.

En el primer episodio de la segunda parte de esta temporada, la esperanza comienza a tomar forma y traducirse en planes. El nuevo mundo es convocado a levantarse en armas.

No nos sorprende la negativa de Gregory en Hilltop. Tampoco nos desanima porque su gente sí está dispuesta a luchar y se incorpora a la rebelión, inspirada por el creciente liderazgo de Maggie y la valentía de Sasha y de Enid.

En el Reino no nos va tan bien. Morgan sigue sin entender, Carol permanece ausente y Ezekiel teme poner en riesgo la frágil paz que le ha comprado a los Salvadores. Nuestros muchachos insisten, presionan, ya han pagado demasiado caro por el espejismo de la estabilidad. A cada granja, prisión o Alejandría le ha caído su Gobernador, su manada de Lobos, su Negan.

Tras llovido, mojado. Cuando Rick y los suyos vuelven a Alejandría se encuentran con la desaparición del padre Gabriel con gran parte de los recursos de Alejandría. La desconfianza es inevitable, y me atrevo a apostar que compartida con la audiencia, porque ¿quién no maldijo alguna vez al padre Gabriel?

Rick nos demuestra una vez más porqué es el líder. Sabe leer a las personas. Cree en la posibilidad de redención, incluso para alguien que pudo ser tan cobarde y traicionero. Y no se equivoca: el cierre del capítulo encuentra a nuestro grupo siguiendo las pistas que efectivamente les había dejado el padre Gabriel.

Es así como llegan a un lugar aparentemente despoblado en busca de un bote. Se cierra el episodio con la sonrisa demencial de Rick ante un grupo de gente desconocida que los rodea apuntándolos con armas. ¿Perdió totalmente la cabeza o donde los demás veríamos una trampa un líder ve potenciales reclutas?

¿Será este grupo armado y dispuesto a defenderse lo que Hilltop, Alejandría y el Reino necesitan para completar un ejército vencedor? ¿Serán suficientes estas nuevas alianzas o habrá más horribles precios que pagar por el lujo de soñar un poco? ¿Traerán estas uniones la ansiada paz o nuevas traiciones?

No hay respuestas certeras en este salvaje y feroz mundo sin ley.

Un comentario sobre “«The Walking Dead»: Luchando por la libertad

  • el 20 febrero, 2017 a las 11:04 pm
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    Excelente nota, dan ganas de ver el próximo episodio de esta serie ya!! Sigan así , Felicitaciones!!!

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