“Olive Kitteridge”: una mujer sincera, depresiva y ácida

Frances McDormand está siendo muy reconocida por estos días gracias a su estupenda labor en «Tres Anuncios por un Crimen», obteniendo una gran cantidad de galardones. La actriz aclamada por su trabajo en «Fargo», también realizó tiempo atrás (2014) una miniserie de HBO donde su actuación maravillosa consiguió unos cuantos premios.

Se trata de “Olive Kitteridge”, basada en la novela homónima de Elizabeth Strout, que con tan solo cuatro episodios nos propone un viaje por una gran parte de la vida de la protagonista, 25 años, en la cual nos introducimos en sus penas, pérdidas, frustraciones, sinceridad, dureza, humor negro, entre otras emociones.

Olive (Frances McDormand) no es como cualquier otro personaje que pudimos ver en la televisión. Tal vez si habría que compararla con alguno podríamos pensar en Dr. House. Ambos personajes dicen lo que piensan sin ponerse en el lugar del otro ni importarle qué es lo que puedan sentir con todas esas palabras.

Pero Olive nos presenta más matices. A pesar de que al principio tal vez uno no pueda empatizar con ella al 100%, logra conmovernos con su historia de vida. Las primeras imágenes que podemos ver  son de una Olive caminando por un parque, prendiendo una radio con música clásica, apoyando una carta que dice “a quien pueda interesarle” y sacando un arma para suicidarse. ¿Qué es lo que pasará en esos 25 años que la llevarán a tomar tal decisión?, nos preguntamos desde el comienzo.

A medida que nos vamos interiorizando con otros personajes, queda en evidencia lo difícil que es tratar con ella. Tiene un marido (Richard Jenkins) que es la persona más buena del mundo, que se preocupa por los demás y uno piensa ¿por qué debe aguantarse todo eso?; un hijo (John Gallagher Jr.) que crece con una madre que lo subestima y le genera culpa por todas sus acciones; y amigos y vecinos que deben convivir con esos momentos incómodos cuando se la cruzan o comparten una comida.

Pero a lo largo de los años vamos tratando de comprenderla. A pesar de que tal vez todo lo que le sucede se lo haya buscado por ser como es, logra conmovernos. Hay que adjudicarle dicha transformación no solo a la historia que se cuenta, sino a la gran actuación de Frances McDormand, que también fue productora de la miniserie.

“Olive Kitteridge” es un drama que nos propone distintos matices. Podemos angustiarnos, conmovernos, hasta sacarnos una sonrisa por los momentos incómodos que hace pasar a los demás la protagonista. Sin dudas es una serie que hay que ver.

Trailer:

 

Samantha Schuster

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