«Run», correr por amor
El mes pasado se estrenó «Run», una serie de HBO protagonizada por Domhnall Gleeson y Merritt Wever, que nos ofrece un frenético viaje de costa a costa para contarnos una historia de amor/desamor y de encuentros/desencuentros.
«Run» se centra en Ruby y Billy, quienes hace 17 años hicieron un pacto. Sin importar dónde los encuentre la vida, si uno mandaba un mensaje de texto con la palabra RUN y el otro lo respondía de la misma forma, se escaparían por una semana en un tren para viajar por Estados Unidos juntos. Es así como una mañana y en medio de un caos rutinario, Ruby decide contestar el mensaje y ambos se embarcarán en un viaje inesperado.
Creada por Vicky Jones y producida por su usual colaboradora Phoebe Waller-Bridge («Fleabag», «Killing Eve»), «Run» es una serie con altibajos: por momentos nos proporciona escenas divertidas y sorprendentes con una gran química de sus protagonistas, y por otros amenaza con volverse repetitiva o realiza algunos giros que no tienen mucho sustento.
La serie comienza de una forma intrigante, ya que no conocemos nada de estos dos personajes que de la noche a la mañana dejan sus vidas para fugarse juntos. A medida que avanzan los capítulos vamos descubriendo algunos secretos de ambos, que harán que su relación vaya mutando. Es interesante ver cómo se mueven dentro de un tren, con una locación tan acotada, haciendo que aumente el ritmo y la tensión de la historia. Sin embargo, genera la sensación de que en algún momento la frescura se va a terminar y se va a tornar bastante repetitiva por un tema lógico de la trama. Para que esto no termine sucediendo, recurrieron a algunos giros un tanto extremos que provocaron un cambio tonal en la serie. De la mitad de la historia en adelante, la comedia romántica se vuelve un poco más un drama policial, con un halo más enrarecido. Aparecen nuevos personajes que amenazan con destruir este vínculo, de manera consciente o inconsciente, que provocarán en los protagonistas no solo el hecho de tener que pensar sobre su futuro y si quieren seguir o no con esta relación, sino de tratar de resolver obstáculos mucho más cercanos y graves.
Más allá de esto, debemos destacar la labor de sus protagonistas. Domhnall Gleeson y Merritt Wever realizan una gran tarea al ponerse en la piel de dos personas que tuvieron un romance mucho tiempo atrás y que se reencuentran tras 17 años y habiendo seguido dos caminos muy distintos. Logran manejar muy bien ese equilibrio entre la intriga y la pasión, las ganas de estar juntos y el miedo a cambiar su vida por el otro, y transmiten una buena química entre sí. Además, los personajes no se encasillan en un rol estereotipado, Ruby es quien más quiere avanzar físicamente, mientras que Bill es un poco más cauto y sensible. Por momentos, podemos notar que Wever se encuentra un poco sobreactuada en algunas escenas, pero que también tiene que ver con las reacciones del momento.
No podemos negar que «Run» es una serie entretenida e inesperada, sobre todo porque son solamente 7 episodios de entre 25 y 30 minutos, capítulos cortos que hacen que la historia sea ágil y dinámica. Pero sí nos genera esa sensación de que se desaprovechó el buen camino por el que venía transitando y que quisieron hacer algo más novedoso e impactante pero para ello cambiaron un poco la esencia de la serie.
Tráiler:
Samantha Schuster
