«Sex Education», una serie que mantiene su nivel y plantea temáticas necesarias

«Sex Education» es una de las apuestas más fuertes y efectivas de la plataforma de Netflix en la actualidad, brindando un contenido de calidad para todo el público, pero sobre todo para los adolescentes y jóvenes que probablemente estén transitando algunas situaciones similares a los de sus personajes.

Ya en sus primeras temporadas habíamos destacado el tono directo, honesto y sensible con el que manejan los temas relacionados a la sexualidad e identidad de un grupo de chicos, mezclando momentos divertidos/hilarantes con otros más reflexivos y de introspección. Porque el paso de la adolescencia a la adultez no es un camino fácil y está lleno de obstáculos por atravesar, y la serie sabe plasmarlos en la pantalla a la perfección.

Hace poco se estrenó la tercera temporada de esta serie británica, que sigue manteniendo el nivel de sus antecesoras y profundizando aún más en algunos personajes y temáticas. En este caso, Otis forjó una relación casual con Ruby, la chica más popular de la escuela que parece solo interesarse por la mirada ajena pero que en el fondo esconde una personalidad mucho más sensible y frágil. Por su parte, en Maeve empiezan a florecer sentimientos por su vecino Isaac, algo que va a complicar más su vínculo con Otis, con el cual prácticamente ya no se habla. Eric y Adam tratan de avanzar un paso más en su noviazgo, Ola y Lily comienzan a tener algunas dificultades y Aimee sigue lidiando con el abuso que vivió en el colectivo. Por el lado de los adultos, Jane está embarazada y no sabe cómo comunicárselo a Jakob, y llega una nueva directora a la escuela que va a revolucionar a los estudiantes al tratar de revertir la imagen negativa que quedó en el colegio por los problemas que se originaron en la entrega anterior.

En esta oportunidad, «Sex Education» sigue ahondando en las temáticas vinculadas al mundo adolescente/juvenil a partir de la presentación de nuevos personajes y el desarrollo de otros que ya existían en la historia pero que no tenían demasiado peso. Para hacer hincapié en la importancia de tener una educación sexual adecuada, darle el lugar a los alumnos para expresarse y aprender sobre su cuerpo y sus sentimientos, vamos a conocer a Hope (interpretada por Jemima Kirke, conocida por su papel en «Girls»), esta directora con valores muy conservadores que va a ir en contra de todo lo que representaba la escuela hasta ese momento. A partir de este choque cultural e ideológico van a surgir debates interesantes que nos van a hacer reflexionar y dejar pensando.

Por otro lado, también se continúa tratando el tema de la identidad y el autodescubrimiento, incluyendo en este caso a Cal, una persona no binaria (Dua Saleh), que va a poner en jaque muchos de los conceptos tradicionales/arcaicos del colegio, como el uso de un uniforme para cada género, la división de los vestuarios, entre otras cuestiones. Una lucha muy interesante que plantea la búsqueda del respeto, la igualdad de condiciones y la aceptación de los demás.

Al igual que fue muy efectivo la incorporación de nuevos personajes, la serie profundiza también en otros secundarios que fueron evolucionando a lo largo de las distintas temporadas, pero sobre todo tuvieron un crecimiento particular en esta entrega. Es así como empezamos a entender más a Adam (Connor Swindells) y a Ruby (Mimi Keene), por qué son como son, qué les pasa y hasta podemos empatizar con ellos.

Como vemos, la serie se toma su tiempo para darle lugar a cada protagonista como también a personajes secundarios que se relacionan con ellos. Tal vez en su contra, podríamos decir que las idas y vueltas entre Otis y Maeve se están agotando y no sabemos si eso puede llegar a perjudicar a la serie, haciendo que se estire más de lo debido. Confiamos en que los creadores decidan terminar la historia a tiempo (porque en cuanto a los temas sexuales probablemente siga habiendo cosas para tratar) una vez que ya no haya más nada para contar.

En síntesis, la tercera temporada de «Sex Education» sigue a la altura de sus antecesoras, mezclando la comedia con el drama para continuar ahondando en temas de la vida adolescente de una manera honesta y sin tapujos. Una serie necesaria, que sabe desarrollar muy bien a sus personajes e incorporar nuevos para traer temáticas todavía más actuales y novedosas para que los jóvenes se sientan identificados y los adultos puedan acercarse a ese mundo desde otro lugar. 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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