“The Good Place”: Un giro que mantiene la segunda temporada en la cima

Después de una gran primera temporada, llegó la segunda entrega de “The Good Place”, una comedia que se centra en Eleanor, una mujer que muere y consigue entrar a esta especie de paraíso, para darse cuenta de que en realidad no corresponde a dicho lugar, ya que su vida en la Tierra no fue buena. Caracterizándose por ser una egoísta extrema, la protagonista deberá luchar para que no la descubran, al mismo tiempo que intentará ser una mejor persona para merecer quedarse en The Good Place. (ATENCIÓN: Este artículo contiene spoilers para aquellos que no vieron la primera temporada).

La primera entrega de “The Good Place” es muy buena a nivel narrativo, interpretativo y técnico, pero sobre todo su final fue increíble y sorprendente, ya que le da una resignificación a los capítulos anteriores. Los cuatro protagonistas se enteran de que en realidad no están en el paraíso, sino en el infierno. Michael, arquitecto del lugar, ideó un barrio en el cual las torturas no fueran físicas, sino más bien psicológicas. Es así como comenzamos a pensar que si bien era un sitio agradable, siempre había algo que no conseguía llegar al esplendor o que significaba una preocupación, un miedo o un castigo para Eleanor, Chidi, Tahani y Jason.

La nueva temporada retoma estos hechos, haciendo que Michael tenga que reiniciar el proyecto, dejando sin recuerdos a los humanos (el resto del barrio estaba habitado por demonios que se hacían pasar por personas). Pero las cosas no salen bien y deberá reiniciarlo una y otra vez. Tal vez estos primeros episodios se vuelven un poco repetitivos, pero ahí recae la gracia y la eficacia de esta comedia. Posteriormente, y después de más de 800 intentos, Michael se ve obligado a hacer un pacto con los protagonistas, para que su superior no se entere de lo sucedido y que si todo sale bien, él les promete llevarlos al verdadero Good Place.

La autoconciencia de los protagonistas es uno de los puntos claves para que esta comedia funcione a la perfección y que, si bien se trata de la misma serie, consiga despegarse en cuanto a la trama central de su primera temporada. Sigue siendo divertida, fresca y con una gran química de los seis protagonistas (los cuatro humanos más Michael y Janet, la asistente no robot ni mujer). Asimismo, volvemos a destacar la parte técnica, sobresaliendo la fotografía y los efectos especiales, ya que la historia de la serie está sujeta a la creatividad ilimitada de sus creadores.

Y cuando el espectador piense “¿Y ahora qué más podrá suceder?”, la serie volverá a dar un giro de 180° hacia su final, que nos da la pauta de que la tercera temporada (ya disponible en Netflix, con un capítulo por semana) cambiará nuevamente su rumbo hacia un lugar desconocido pero igualmente efectivo.

“The Good Place” es una comedia novedosa, original, que se diferencia de la mayoría de las producciones de su género y que sobresale gracias a el ingenio y la creatividad del guion, que no permite que la historia se estanque en ningún momento. La trama tiene mucha tela para cortar y sus creadores explotan al máximo esta idea. Hay que resaltar también la cuestión interpretativa del elenco, ya que todos presentan un personaje totalmente diferente y definido, de una manera muy atinada. Y obviamente los aspectos técnicos que para una producción de este estilo es vital.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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