Entrevista a Martín Rodríguez Redondo, director de “Marilyn”
Ayer se estrenó “Marilyn”, una película argentina inspirada en hechos reales que cuenta la historia de Marcos, un peón de campo que descubre su identidad sexual en medio de ambiente hostil, donde tanto su familia como el pueblo lo discriminan.
Cinéfilo Serial tuvo la oportunidad de hablar con su director, Martín Rodríguez Redondo, para que nos cuente más acerca del rodaje, de la elección de la historia y su protagonista Walter Rodríguez.
– La película está inspirada en hechos reales, ¿cómo te llegó el caso o cómo lo encontraste?
– Leí la noticia en el diario cuando ocurrió este hecho, que fue en el año 2009. A partir de ahí fui a la cárcel (está condenado a cadena perpetua), lo entrevisté, en ese momento él era varón, todavía no había hecho el proceso de transición de género, que lo hizo en la cárcel, y se identificaba como varón. Le hice varias entrevistas en la cárcel y me dio un texto que escribió él que se llamaba “el sufrimiento por no ser igual”, que eran 10 páginas donde él había escrito su vida desde que nació hasta que sucedió este hecho trágico y contaba la opresión y la discriminación que vivía por parte de su familia y del pueblo por su orientación sexual. Entrevisté a otra gente del pueblo, viajé al pueblo varias veces y conocí a gente que estaba vinculada con la historia y también leí todo lo que tenía que ver con el juicio de Marilyn y los testimonios de todos los que habían declarado y había una homofobia muy fuerte en los jueces, había una condena moral ya en sus comentarios. La condenaron a cadena perpetua sin considerar ningún atenuante en cuanto a lo que sufría o vivía a diario por parte de su familia y del entorno.
– ¿Desde el primer momento estuvo dispuesto a contar su historia o hubo alguna modificación en cuanto a nombres o personajes?
– En realidad el primer día que fui le dije que quería hacer una película sobre su historia y él me dijo que sí. No tuvo ningún problema. Sí, nosotros no usamos los nombres de los otros personajes, porque hay cosas que son diferentes y no nos referimos a ellos como las personas reales de la historia. Yo digo que la historia está inspirada en el relato subjetivo de Marilyn, a lo que yo tuve acceso fue a su historia y a su propio relato. El resto tuve cosas que reconstruir, imaginar y demás porque había personajes que ya no existían o que no tuve acceso. Ella vio la película en la cárcel, se la mostramos y está muy contenta. Se siente muy reflejada con la historia y agradecida que se pueda difundir. En su momento el caso tuvo bastante repercusión, salió en muchos medios, pero después como todo pasa el caso se olvidó y sobre todo se agarraban de la crónica policial pero no del trasfondo social que había.
– A la hora de llevar una historia real a la pantalla, ¿cómo se hace para equilibrar estas cuestiones de elegir qué va a ser ficción y qué se va a mantener fiel a la realidad?
– La base fue el relato de la propia Marilyn y fue como tomar los hechos de ese relato que más me interesaban para contar lo que yo quería contar y lo que yo enseguida vi era la historia de distintos niveles de opresión y violencia, una social y otra familiar, y que debía priorizar para conseguir eso. Es una familia que es acorralada por un patrón de campo y por otra parte del pueblo y a su vez esa familia ejerce esa opresión contra su propio hijo. En esa cadena de distintos niveles de violencia es que me interesaba trabajar y es que termina detonando ese final. Creo que en toda la cobertura mediática que tuvo, era mucho más superficial, de solo quedarse en el final, el hecho criminal, pero no en lo que había llevado a esto. A mí me interesaba entender el contexto y al personaje, sin juzgarlo ni justificarlo, era difícil, pero mantener cierta distancia y que el espectador pueda decidir y tomar una postura al final por lo que vio y que siente al respecto. En general la gente suele entender al personaje, pero hay gente que no y es válido.
– ¿Cómo encontraron a Walter Rodríguez para que interprete a Marcos/Marilyn?
– Hicimos un casting que fue muy largo, estuvimos casi un año buscando a Walter. Trabajamos con María Laura Berch, directora de casting muy conocida, hizo “El Ángel”, “Wakolda”, “Infancia Clandestina”, se especializa sobre todo buscando adolescentes o trabajando con adolescentes y niños, primero quería que fuera un peón rural de verdad, me interesaba esa verdad, me parecía como difícil recrearla, pero era difícil exponer a un chico heterosexual, peón, que no era actor, a que se tuviera que vestirse de mujer y que pasara por esa experiencia, había mucho pudor y tuvimos que cambiar el rumbo. Después probamos con chicas trans adolescentes que estuvieran pasando por ese proceso, pero para nosotros también era complejo porque era exponerlas a una situación de violencia porque nosotros la teníamos que hacer pasar por el proceso inverso. En la película es un varón que está iniciando su proceso. Después lo abrimos a todo el mundo y no solo actores y apareció Walter que nos mandó una foto, donde estaba un poco maquillado y había algo muy lindo en su rostro porque tenía como unas cicatrices en su cara, había una rusticidad que le daban esas cicatrices pero a la vez tenía un rostro muy delicado y tenía 17 años cuando se presentó al casting. Le hicimos varias entrevistas y nos fue contando que se cosía su propia ropa, una ropa que no podíamos encasillar ni como femenina ni masculina, era muy ambiguo, y era muy desprejuiciado en cuanto a su género, muy libre, y eso me parecía que estaba muy bueno para el personaje que tenía que encarar. Sí nos generó dudas porque él era muy expresivo y yo quería que fuera más contenido. Eso fue un trabajo de entrenamiento actoral que hicimos con María Laura durante casi seis meses para hacer ese trabajo de contención y de implosión. Es su primera película, no tenía ninguna experiencia, no había hecho nada ni en teatro. A mí me gustaba que fuera un rostro anónimo porque era un personaje anónimo.
– ¿Qué es lo que esperas que suceda con la película?
– La verdad es que me gustaría que genere un debate o abra una posibilidad al debate en torno a la identidad de género, que como bien decía es un tema que está en boga y que parece que uno lo hace por eso, pero lo empecé en 2010 que al contrario, pensé que no iba a tener vigencia, que tenía vigencia en ese momento y que lamentablemente no perdió vigencia porque socialmente, más allá de los avances, siguen pasando cuestiones de hostilidad. Está bueno para hablar, sobre todo del colectivo trans, que siempre fue el más humillado y maltratado. Hoy la expectativa de vida de una persona trans es de 35 años en Argentina, no hay cupo laboral, no tienen obra social. Hay un montón de cuestiones que cuando empecé la investigación y hablé con muchas chicas trans me encontré con situaciones trágicas de chicos que se tienen que venir a vivir exiliados de sus provincias porque sus familias no los aceptan y terminan en la calle o prostituyéndose porque no les queda otra. Me parece interesante que se hable sobre eso.
Para escuchar la entrevista completa se lo puede hacer acá: https://www.spreaker.com/user/radio_trend_topic/cinefilo-serial-t4-p31