«The Umbrella Academy», una segunda temporada que supera a la anterior

El año pasado se estrenó en Netflix la primera temporada de «The Umbrella Academy», historia basada en el cómic homónimo de Gerard Way, que vino a ofrecernos mucho más que una serie de superhéroes.

La misma cuenta la historia de 43 niños que nacieron inexplicablemente de mujeres que no estaban conectadas entre sí ni tenían ningún signo de embarazo previo. Siete de ellos fueron adoptados por el excéntrico Reginald Hargreeves, un empresario industrial multimillonario, quien los entrenó en The Umbrella Academy para que desarrollen ciertos poderes con el objetivo de salvar al mundo. Con el tiempo la familia se disolvió y sus miembros siguieron un camino independiente. Pero con la muerte del padre, se volvieron a encontrar muchos años después.

Este drama familiar mezclado con momentos de acción se fue gestando a fuego lento debido a que la primera temporada se enfocó más en presentarnos a los personajes, sus conflictos internos y los que tenían con sus hermanos; reconstruir esos vínculos desgastados por el tiempo y por un pasado lleno de secretos y malos tratos. Sin embargo, la segunda entrega comienza de forma más directa, enérgica y se mantiene constantemente en un muy buen nivel a lo largo de sus 10 episodios. Los mismos son más cortos que en la temporada anterior y esto permite otorgarle mayor dinamismo a las historias que se cuentan.

En esta continuación, los hermanos Hargreeves lograron escapar del Apocalipsis que ellos mismos originaron en 2019, pero un error de cálculo por parte de Cinco generó que cada uno aparezca en Dallas en distintos momentos de la década del ‘60. Es así como tenemos a cada integrante de la familia disperso en un mismo lugar, pero en otro tiempo, y deberán unirse antes de que, nuevamente, sea demasiado tarde, ya que otro Apocalipsis amenaza con llegar en los próximos días.

En esta temporada vamos a ahondar, por un lado, en la vida de cada uno de los Hargreeves durante el tiempo que vivieron juntos, para entender cómo llegaron hasta el punto donde se encuentran ahora: Klaus es el líder de un culto, Vanya no recuerda nada después de experimentar un accidente y trabaja como niñera en una granja, Luther trabaja con un mafioso como su guardia personal, Allison lidera un movimiento a favor de los derechos de los afroamericanos y Diego terminó en un hospital psiquiátrico por querer evitar el asesinato de Kennedy. Con la llegada de Cinco, las historias empezarán a entrelazarse.

Pero la trama central pasará principalmente, y otra vez, por tratar de salvar al mundo. A diferencia de la entrega anterior, los lazos familiares ya están reconstruidos, y si bien seguimos observando que son una familia disfuncional, existe una mayor química entre los personajes, que nos otorgan momentos tan divertidos como emotivos.

La serie nos proporciona distintos tonos para tratar las diferentes líneas argumentales: uno más serio para hablar sobre el racismo, la homosexualidad o la salud mental, enmarcados en la década que están transitando, mientras que se lo equilibra con cierta frescura y un humor atinado en momentos más relajados o incluso en la mitad de una escena poderosa para bajarle la intensidad.

En esta oportunidad se incorporaron nuevos personajes de una manera adecuada. Son interesantes, generándonos cierta intriga por su origen o su accionar, como también cumplen un propósito alrededor de los protagonistas. Muchos de ellos traen consigo algunos giros narrativos interesantes y poco previsibles. Los antagonistas representan una real amenaza para los Hargreeves y su poder es palpable.

Además debemos destacar los aspectos técnicos. La serie ya nos había demostrado su calidad en este sentido durante la temporada anterior, pero nuevamente hace gala de su fortaleza, en medio de un desafío mayor: ambientar los años ‘60. Esto lo realiza sin problemas, como también volver a apelar a un mismo estilo musical, con canciones poderosas y versiones propias de temas conocidos, para acompañar las escenas de acción.

En síntesis, la segunda temporada de «The Umbrella Academy» supera con creces a la primera, algo no tan recurrente en las series de televisión. Mientras que la primera sufrió un poco la lentitud de su presentación y la duración de sus capítulos, esta empieza bien arriba desde el comienzo provocando que el espectador no pueda sacar los ojos de la pantalla. Una mayor profundización de los vínculos fraternales, buenas coreografías de pelea acompañadas con una pegadiza banda sonora, buenos efectos especiales, una solidez en las interpretaciones y en el ritmo de la historia, hacen que esperemos fuertemente la tercera temporada.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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