«The Witcher», una segunda temporada que profundiza en sus personajes
En diciembre de 2019 se estrenó en Netflix la primera temporada de «The Witcher», serie basada en las novelas del autor polaco Andrej Sapkowski, que luego se hicieron populares por los videojuegos. Una historia ambiciosa, que a pesar de resultar un poco confusa en sus inicios nos traía diferentes tramas paralelas de un universo maravillosamente construido y personajes con mucho para aportar.
Dos años después nos encontramos con una segunda entrega que sigue los pasos de su antecesora. Ahora Geralt of Rivia (Henry Cavill) y Ciri (Freya Allan) están juntos en esta aventura para tratar de comprender el rol fundamental que tiene la joven princesa en este mundo, mientras tendrán que lidiar con distintos humanos y criaturas que los persiguen. Por su parte, Yennefer (Anya Chalotra) sobrevivió a la gran batalla del final de temporada pero perdió sus poderes. Es así como intentará recuperarlos cueste lo que cueste.
Esta temporada se enfoca más en las relaciones entre los personajes y en ahondar sobre sus personalidades, miedos y anhelos, más que en hacer que la historia avance demasiado. Por un lado buscan forjar un vínculo más profundo entre Geralt y Ciri, una especie de lazo paternal que se construyó entre ellos, para afrontar las distintas situaciones por las que tienen que atravesar; como también mostrar lo que deben lidiar los distintos personajes a nivel personal. Ciri trata de comprender su identidad y encontrar su lugar en el mundo; Yennifer quiere recuperar su poder, algo que cree que es su esencia y que la define; y Geralt busca proteger a Ciri, al mismo tiempo que intenta descubrir qué pasa con ella, qué rol cumple y quién es en realidad para lograr su objetivo.
La incorporación de nuevos personajes hace que tengamos nuevas subtramas y que podamos conocer más sobre el pasado de algunos protagonistas como el de Geralt, al interiorizarnos en el mundo de los magos como él, y entendiendo más de dónde viene y por lo que tuvo que atravesar.
Todo esto genera que la serie tenga un ritmo lento y pausado, que puede volverse un poco pesado por momentos e impedir una maratón ligera, pero de todas maneras en cada capítulo tenemos instantes de tensión, escenas de acción y algún descubrimiento que hace que la historia avance y nos mantenga atrapados e interesados.
A pesar de que su primera temporada fue más compleja por las diferentes líneas temporales que presentaba, eso le agregaba sorpresa y cierto dinamismo al relato, ya que nos encontrábamos con una gran cantidad de giros narrativos, que en esta segunda entrega carece.
Nuevamente podemos destacar los aspectos visuales, tanto la construcción de los escenarios como también las criaturas que aparecen, los efectos especiales para mostrar la magia, el maquillaje y el vestuario.
En síntesis, la segunda temporada de «The Witcher» sigue siendo bastante interesante y atrapante de ver. A pesar de tener un ritmo lento y pausado, ya que ahonda bastante en sus personajes y los vínculos que van construyendo, logra entretenernos a base de escenas de acción y de pelea, un gran despliegue visual y diversas situaciones por las que tienen que atravesar los protagonistas. Una entrega más simple en su forma pero más profunda en su interior.
Tráiler:
Samantha Schuster