«Tribus de Europa», un thriller post-apocalíptico carente de épica

Después del éxito de las tres temporadas de «Dark», con cada nueva serie alemana de Netflix renovamos nuestra esperanza de encontrar otra historia atrapante que nos sorprenda. Sobre todo, si viene de la mano de los mismos productores.

La última incorporación de la plataforma es «Tribus de Europa», una serie que se sitúa en 2074, donde el mundo no es como el que conocemos. Tiempo atrás sucedió una catástrofe global que fracturó el continente europeo en innumerables microestados enfrentados entre sí. En este contexto, tres hermanos lucharán por cambiar el destino de todos los que los rodean.

«Tribus de Europa» es un thriller post-apocalíptico que a través de sus seis episodios de 45 minutos de duración cuenta tres historias paralelas a partir de la llegada de un Atlante al continente. Muchas facciones buscan un objeto valioso que posee y harán todo lo posible por conseguirlo, aunque eso signifique enfrentarse a los demás. Es así como cada uno de los hermanos tomará un rumbo diferente e incierto: Elja se escapará con este cubo buscado y seguirá su camino con Moses, un comerciante que solo quiere hacer dinero; Kiano será tomado prisionero por los Cuervos, la tribu más despiadada de Europa, y Liv se unirá al ejército de los Crimson para salvar a su familia.

Si bien existen tres tramas diferentes para ahondar, cada una de ellas con tela para cortar, algo que podría hacer que la historia sea bastante ágil y dinámica, la misma se siente algo pesada, con un ritmo lento que parece dar vueltas sobre el mismo lugar. Cada uno de los personajes tiene un objetivo concreto y a pesar de que haya un avance hacia la meta final por momentos nos sentimos estancados. No es que no pasen cosas pero no se siente ese frenetismo en lo que vemos.

De todas maneras sí se logra transmitir el peligro latente en cada una de estas historias, muy bien acompañado por la banda sonora y la ambientación. Tal vez se podría haber realizado un despliegue un poco mayor, teniendo en cuenta de que se trata de un mundo post-apocalíptico, donde el contexto es tan importante como los personajes.

En cuanto a la construcción de personajes no existe demasiado desarrollo de los protagonistas. No tenemos muchas escenas que nos cuenten parte de su pasado o historia de base, solo lo suficiente como para entender su accionar. Con algunos es más fácil empatizar que con otros, justamente por esta poca profundización. Los antagonistas están bien delineados, aunque tal vez tampoco se termina de comprender la maldad con la que se mueven. Por qué son tan despiadados y recurren a la violencia para dominar a los demás.

Si la serie tiene éxito seguramente Netflix le dé luz verde a una segunda temporada porque la historia no concluye ahí, sino que es evidente que pretende seguir al menos por una entrega más. Una historia que a priori suena más interesante de lo que termina siendo por tener un ritmo bastante pausado y unos personajes con los que no es tan fácil empatizar. De todas formas, es una serie que nos ofrece entretenimiento a base de un mundo diferente y distante que siempre es algo atractivo para ver.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

 

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