“Girlboss”, el negocio del futuro
Sophia Christina Amoruso es conocida por haber comenzado un negocio online por eBay con tan solo 22 años, en el cual vendía ropa vintage y otros accesorios. “Nasty Gal Vintage” creció tan rápido, que pasó de obtener un ingreso de $223.000 en 2008 a uno de $23 millones en 2011, convirtiéndola en una de las mujeres más ricas, según la revista Forbes.
Netflix decidió adaptar esta historia plasmada en la autobiografía escrita por la misma Amoruso, llamada “Girlboss”, para lanzar en el día de hoy una serie de 13 episodios. De todas maneras, la misma producción deja en claro que no hay una gran fidelidad en el argumento, así que para quienes conocen la vida de esta magnate se encontrarán también con varias sorpresas.
Britt Robertson es la encargada de interpretar a Sophia Amoruso, una joven con malos modales y con un futuro incierto, que un día tiene una epifanía y comienza un negocio por eBay de casualidad, pero que finalmente resulta bastante rentable. En este camino de la venta de ropa vintage, la protagonista se encontrará con distintas dificultades, entre las cuales deberá lidiar con clientes, impuestos y, especialmente, con ser su propia jefa.
La actriz hace una buena labor, representando cada sentimiento de Amoruso. Sin embargo, es difícil empatizar con ella, ya que nos resulta un tanto irritante e inmadura (es una persona que se niega a crecer y hacerse cargo de sus responsabilidades). Con el resto del elenco (Ellie Reed, Alphonso McAuley, Johnny Simmons), se genera una relación muy natural y sirven de buenos personajes secundarios. También Dean Norris (quien trabajó con Robertson en “Under the Dome”) forma parte de la serie, encarnando al padre de Sophia, cuyo trato con su hija es un poco más distante.
“Girlboss” presenta capítulos de corta duración (25-30 minutos), lo que hace que la serie sea dinámica y fresca. En todo momento mantiene un tono de comedia, con algunos gags que funcionan, pero en su mayoría no son tan graciosos.
Si bien es bastante llevadera por su ritmo, la historia no termina de ser interesante para el público. Es de esas series que sirven para desconectarnos un poco, sobre todo si venimos de mirar ciertos relatos cargados de dramatismo y tensión. Tampoco funciona como una historia inspiracional, donde una joven comienza un negocio de la nada, consiguiendo posteriormente el éxito a través de un gran trabajo detrás. La protagonista no tiene un sueño ni realiza un gran esfuerzo para conseguir una meta, sino que las cosas le suceden, y cuando hace algo, generalmente recae en la ilegalidad.
En síntesis, «Girlboss» es una serie que funciona con el único objetivo de pasar un rato. Sin embargo, su historia no resulta atractiva, es muy difícil empatizar con la protagonista debido a su forma de ser y el tono de comedia no logra sobrellevar los elementos negativos que presenta.
Tráiler:
Samantha Schuster