Entrevista con Adam Stein y Zach Lipovsky, directores de “Freaks”
En el Festival de Cine de Mar del Plata tuvimos el placer de ver “Freaks”, una película canadiense llena de sorpresas. La misma comienza con una pequeña que vive encerrada en su hogar con su padre, porque el afuera es peligroso. Pero poco a poco comenzará a sentir curiosidad por el exterior y descubrirá un secreto que cambiará su vida tal como la conocía.
Cinéfilo Serial tuvo la posibilidad de hablar con sus directores, Adam Stein y Zach Lipovsky, quienes nos contaron acerca del film, el trabajo con los actores y su colaboración conjunta.
¿En qué se inspiraron para hacer la película?
Zach: La génesis de la historia viene de ver el crecimiento del hijo de Adam. Lo vimos observar e interpretar el mundo por primera vez. Para él, algunas ideas imposibles eran viables y cosas normales eran terroríficas. Creímos que podría ser fascinante capturar esa perspectiva en una película de género.
¿Cuáles son sus modelos a seguir como directores?
Adam: Hay muchos directores que nos inspiraron. Ambos crecimos viendo las películas de Spielberg, que inspiraron nuestra imaginación. Cuando empezamos a transitar el camino cinematográfico: los hermanos Coen, Terry Gilliam, Soderbergh, Tarantino, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Edgar Wright, Sofia Coppola, los hermanos Duplass. Mis películas favoritas son aquellas que me hacen olvidar que estoy viendo una película y me sumergen en la historia. Si un film me produce una emoción fuerte, ya sea risa, horror, suspenso o me hace llorar, esa es una gran película para mí, aunque los críticos no la consideren así.
¿Cómo se trabaja siendo dos directores? ¿Cuáles son las ventajas?
Zach: Somos amigos desde hace 10 años y trabajamos separados como directores, pero siempre nos juntábamos, era natural colaborar entre nosotros. Cuando trabajamos juntos podemos resolver los problemas de forma más eficiente y construir las ideas del otro que terminan siendo mejores que las que se nos podrían ocurrir de forma separada.
¿Cómo hicieron para mezclar distintos géneros y encontrar un equilibrio entre ellos?
Zach: El género es algo tramposo, porque cuando la audiencia descubre en qué género se enmarca una película empieza a asumir que saben lo que va a suceder después. Es por eso que trabajamos muy duro para llevar al público de un género al otro así nos podíamos beneficiar de sus suposiciones.
Adam: Cuando estábamos escribiendo, sabíamos que iban a pasar cosas fantásticas dentro de la historia, pero tratábamos de no enmarcarlo en un género particular. Queríamos que se sintiera real, intimista y basado en los personajes, por eso sabíamos que la historia iba a captar pequeños momentos de la relación familiar y profundizar en las emociones, eso era más importante que capturar una gran historia de ciencia ficción. Al mismo tiempo, queríamos contar la historia desde la perspectiva de Chloe, así que nos enfocamos más en su descubrimiento del mundo y cómo lo sentía ella. Cuando las cosas se volvían tenebrosas para ella, la película tomaba un estilo más de terror, cuando se asombraba, la película se sentía más como un producto de Spielberg Amblin…así que la mezcla de géneros se ve motivada por el viaje del personaje.
¿Cómo fue trabajar con una leyenda del cine como Bruce Dern?
Adam: Bruce fue increíble. Nuestro primer encuentro se suponía que iba a ser un almuerzo, pero duró seis horas. Está lleno de historias ya que trabajó con leyendas como Elia Kazan y Hitchcock. Conoce a todos y tiene una memoria perfecta de todo lo que le sucedió en sus 60 años de carrera.
Zach: La película se centra en las actuaciones y fuimos muy afortunados en tener un elenco increíble. Bruce fue uno de los primeros en sumarse, realmente conectó con la historia de padre-hija, por su propia relación con su hija. Siempre busca historias que tengan una gran intensidad y personajes fundamentados e incluso nos contó que no creía usualmente que las películas de ciencia ficción tuvieran una voz real. No hacía un film de ciencia ficción desde 1972 (“Silent Running”).
Adam: También le encanta improvisar y estar en el momento, que fue fantástico porque estábamos teniendo un acercamiento con Emile y Lexy, usando el guión como pieza fundamental pero encontrando nuevas palabras al momento de filmar.
¿Cuál es la diferencia entre trabajar con un adulto y con chicos como Lexy Kolker? ¿Cómo trabajaron con ella antes del rodaje?
Adam: Si encontrás el niño correcto, trabajar con chicos a veces es más fácil que con adultos, porque pueden conectarse con sus emociones reales y no juzgan sus propias interpretaciones tanto como los adultos.
Zach: Sabíamos que teníamos que encontrar un niño increíblemente natural, que también pueda ir a lugares poderosamente oscuros, así que cambiamos la forma de audicionar. En vez de sentarnos detrás de una mesa y que los chicos vengan y lean sus líneas, nos sentamos en el piso sin nuestros zapatos e improvisamos escenas de sus propias vidas.
Adam: Además trajimos a un talentoso actor amigo a cada audición para que interprete el rol de padre, así las niñas que audicionaban podían actuar con otro actor, en vez de lo típico de leer el guión con el director.
Zach: Después de que vimos a esa niña que podía navegar en las emociones de su propia vida, improvisamos una escena de la película. Lexy lo hizo excelente. Pudo entregarnos una performance potente, dándole en la tecla a cada punto importante de la escena mientras escuchaba y respondía a cada improvisación que le demandaba el actor.
Adam: Durante la escena donde está emocionalmente enojada, se ensancharon sus fosas nasales, sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba totalmente comprometida. Y cuando terminó la escena, se iluminó y le dijo a su compañero: “Realmente sos un buen actor!”
Zach: Ahí supimos que habíamos encontrado a nuestra Chloe. Fue un gran alivio porque está en todas las escenas del film.
Adam: Sí, no podríamos haber hecho la película si no la hubiéramos encontrado a ella. Muchas veces la gente selecciona a un chico mayor para interpretar a alguien más pequeño, pero era muy importante para nosotros encontrar a una niña que verdaderamente tuviera 7 años para protagonizar a una chica de 7. Muchos chicos de 9 parecían de 7 y vimos otros más chicos pero no se sentía correcto. Nos dimos cuenta de que si hay algo que no se pueden falsear son los dientes. Una vez que el chico ya tiene todos sus dientes de adulto te das cuenta de que ya es muy grande aunque se vean más pequeños en otros aspectos.
¿Qué nos pueden contar acerca del trabajo con efectos visuales, ya que son muy importantes dentro del film?
Zach: Ambos tenemos un pasado en post-producción y trabajamos mucho con efectos visuales. Nuestros amigos en efectos visuales nos ayudaron para contribuir a un gran visual en el film. Pero como el presupuesto era acotado, teníamos que ser muy cuidadosos al planear cuándo usar los efectos. En la parte de la escritura discutimos en detalle sobre esto, así podíamos ser lo más específicos posible para usar los efectos en la historia. En muchas escenas usamos la configuración de cámara para lograr lo que parecería un efecto visual aunque en realidad está sucediendo en frente de la cámara. Y hay muchas escenas donde participa la audiencia, apelando a su imaginación que se extiende de lo que pasa en pantalla.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Adam: Justo terminamos una película, un proyecto que estamos desarrollando con Disney, llamado “Kim Possible”, una película de aventura y acción basada en una serie animada que hicieron hace 10 años. Fue muy divertido. Nos encanta trabajar juntos porque podemos construir sobre nuestras ideas y resolver los problemas en conjunto.