FESTIVALES

17° Festival de Cine Alemán: “Las manos de mi madre” de Florian Eichinger (2016)

La mayoría de las películas alemanas tratan temáticas muy complejas, polémicas y difíciles de adaptar a un formato cinematográfico, o al menos es lo que podemos decir de las que nos llegan por medio del festival, debido a su contenido impactante. El año pasado tuvimos un film sobre el aborto (“24 semanas”), otro sobre el trabajo infantil y el exceso de la autoridad (“Refugio”), y en esta oportunidad nos enfrentamos ante el abuso infantil.

En “Las manos de mi madre” el detonante es una reunión familiar en un barco con motivo de celebrar el cumpleaños del padre de familia. Markus (Andreas Döhler), nuestro protagonista, descubre que su hijo Adam tiene un pequeño accidente cuando va al baño con su abuela Renate, y repentinamente desatará unos recuerdos de la infancia que tenía reprimidos. Es así como Markus deberá enfrentarse, con la ayuda de su esposa, a una verdad guardada por tanto tiempo.

Uno de los mayores aciertos del film es el enfoque dado por su director, Florian Eichinger (quien en su película anterior, “Nordstrand”, también había tratado la temática del abuso familiar), que se centra no en los casos mayoritarios, sino los más extraños que representan un 10, 20 por ciento: el abuso por parte de una madre. Además, nos muestra cómo repercuten estos recuerdos en toda la familia.

Por otro lado, el director nos presenta un constante vaivén temporal, pero a diferencia de los clásicos flashbacks, no vemos a un Markus de pequeño, sino que está interpretado por el mismo actor adulto. Esto puede deberse a las escenas explícitas de abuso que no podrían ser protagonizadas por un menor (que de todas maneras se notan cuidadas a partir de su fotografía oscura) pero también genera un impacto diferente en el espectador, porque nos demuestra que el pasado sigue latente y vivo en el presente de Markus. Además, Andreas Döhler es muy convincente, y nos hace creer que de verdad es un niño pequeño e indefenso.

Esto se debe también a la buena construcción de los personajes y a la interpretación de sus actores: la madre enferma que busca el perdón a pesar de no sentirse culpable, un protagonista desbordado que a pesar de tener una vida armada y estructurada se desmoronó a causa de su pasado y una mujer que no sabe cómo ayudarlo y sostenerlo.

Su punto más débil es probablemente su final, el cual se lleva a cabo de una forma muy abrupta y que no termina de darle un cierre a la historia, queda abierto a la merced del público. La escena final tranquilamente podría haber sido del climax de film, pero en vez de eso vinieron los créditos.

En síntesis, “Las manos de mi madre” impacta y cautiva a través de su temática fuerte, pero sobre todo a partir de la forma en la cual decidió contarla su director. Con pequeños elementos que marcan la diferencia, el drama resulta ser efectivo y dejar su huella.

Puntaje:

Tráiler:

 

Samantha Schuster

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *