«1899», navegando por un universo lleno de misterios

En 2017 Baran Bo Odar, director y guionista alemán, y Jantje Friese crearon «Dark», una de las series más populares de Netflix, la cual planteó una historia tan intrigante y misteriosa como efectiva, planteando varios interrogantes interesantes y atrapantes que se fueron desarrollando a lo largo de tres temporadas para jugar con conceptos sobre el tiempo que logró impactarnos.

El año pasado volvieron a juntarse para ofrecernos en la misma plataforma «1899», otra serie que siguió los pasos de su antecesora, no por tratar los mismos temas ni tener la misma historia, sino por la forma en la que se desarrolla y por presentar nuevamente un halo de misterio. A lo largo de los distintos capítulos nos vamos enterando a cuentagotas lo que está pasando, realizando pequeñas pero profundas revelaciones que van aumentando el misterio, la tensión y la sorpresa.

La serie sigue a un grupo de inmigrantes europeos que sale de Londres en el barco a vapor Kerberos con destino a la ciudad de Nueva York. En medio del viaje, reciben una señal del buque Prometheus que desapareció hace cuatro meses durante la misma ruta. Decididos a ir a su encuentro, descubrirán que ese no será el único misterio y que a bordo se encontrarán con cuestiones aún más extrañas que se conectarán con el pasado que cada uno de los pasajeros.

Cada uno de los ocho episodios de una hora de duración se centra en un personaje particular, en el cual nos enteramos un poco más de su pasado y por qué se encuentra en aquel barco, mientras que también se continúa desarrollando la trama central sobre lo que está pasando en aquel lugar. Esto puede resultar similar a series como «Lost», donde se planteaba un misterio principal y luego se iban presentando las historias personales del resto de los personajes.

La construcción de los protagonistas están bien realizadas y sus subtramas resultan interesantes. Lo atractivo es que mantienen el idioma de cada uno de ellos, mezclando así el inglés con el francés, el español, el alemán, el polaco, entre otros. Sin embargo, esto también puede confundir un poco y por momentos resulta un poco inverosímil que los personajes hablen así como si nada sin tratar de hacerse entender con la otra persona que no maneja el mismo lenguaje.

También tenemos buenas actuaciones por parte de este elenco ecléctico, con algunas caras conocidas y otras tantas no. Participan Emily Beecham («Cruella», «Into the Badlands»), Andreas Pietschmann («Dark»), Miguel Bernardeau («Elite»), Lucas Lynggaard Tønnesen («The Rain»), entre otros, impregnándole el drama y la confusión que merece la historia.

A medida que el misterio se va disipando, la serie logra ahondar sobre el duelo, la pérdida, el pasado, el arrepentimiento, la aceptación y los miedos internos que tiene cada persona, que muchas veces no nos dejan en paz ni podemos olvidarnos de ellos porque son parte de nosotros y de nuestra historia.

Probablemente no sea una serie para todo el mundo, ya que sus capítulos extensos, el hecho de que no avanza demasiado su historia y su ritmo lento, hace que se vuelva un tanto pesada, priorizando una visualización más medida y no tanto una maratón, a pesar de que la intriga llama bastante la atención y te dan ganas de seguir viendo qué está pasando.

Los aspectos técnicos también son una parte fundamental de la serie. Presenta una fotografía oscura, una recreación de época muy lograda y creíble y con una ambientación efectiva de los distintos detalles del barco. Además, la música también genera intriga y tensión y permite que la trama se desarrolle.

Su final fue medio extraño y quedó abierto a una continuación, debido a que sus creadores concibieron a la serie como una producción de tres temporadas de duración. Sin embargo, Netflix decidió cancelarla esta semana, a pesar de haber tenido una recepción bastante buena entre el público. Así que nos quedaremos con las ganas de saber la resolución de esta historia, dejando una gran cantidad de interrogantes sin resolver.

A pesar de tener un ritmo bastante lento y asemejarse algunas series como «Dark» o «Lost», «1899» resultó ser una serie interesante y atractiva, ya que planteó un misterio que se iba desarrollando paulatinamente durante sus episodios. Con mucha intriga y suspenso, buena recreación de época y personajes seductores, «1899» es de esas series que no se entienden mucho pero que justamente por eso son fascinantes, porque te mantienen atrapado hasta el final.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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