Al Pacino brindó una velada mágica en el Teatro Colón

Alfredo James “Al” Pacino nació en 1940 en East Harlem, Nueva York, dentro de una familia italoamericana. Sus padres se separaron cuando él tenía dos años y se mudó al Bronx con su madre y abuelos que, casualmente, provenían de Corleone, la ciudad siciliana que posteriormente se relacionaría con uno de los papeles más importantes de su carrera.

El actor que estuvo nominado y ganó infinidad de premios como los Oscars, los Tony Awards, Emmy Awards, Golden Globes, y que es mundialmente reconocido por sus papeles en “El Padrino”, “Serpico”, “Perfume de Mujer” o “Scarface”, entre otros, se presentó en el Teatro Colón en el día de ayer (y hoy nuevamente brindará otra función) para hablar sobre su vida y carrera que tanto lo marcó.

Con humor, acting, anécdotas, preguntas del público, lectura de poemas de Oscar Wilde y hasta el mítico tango que bailó en “Perfume de Mujer”, Al Pacino brindó una velada mágica a todos aquellos que pudieron estar presentes.

“El Padrino”

el-padrino1Todos podrían creer que Al Pacino nació para interpretar a Michael Corleone en “El Padrino”, este muchacho que nunca quiso tener mucho que ver con la “empresa familiar”, pero que cuando hieren a su padre se hace cargo no solo de los negocios, sino también del plan de venganza.

Pero nada está más lejos. Si bien Francis Ford Coppola lo llamó especialmente a Pacino para el rol, nadie más lo quería ahí, sobre todo porque les parecía muy petiso para el papel; creyendo que hubiera sido mejor si fuera más alto.

Además en ese entonces, Al Pacino no era conocido y había competido por el papel con figuras como Robert Redford o Jack Nicholson. El actor provenía principalmente del teatro y había hecho una película un año antes que fue la que cautivó al director: “The Panic in Needle Park”, donde interpretaba a un adicto a la heroína.

Cuando Pacino recibió la llamada de Coppola no lo podía creer, de hecho pensó que estaba loco. Creyó que el papel que le iba a dar era el de Sonny, además, y otra de las casualidades, es que a él de pequeño lo llamaban “Sonny”. Pero el papel para el que lo convocaba era el de Michael, un personaje mucho más introvertido e intelectual.

Rápidamente llamó a su abuela para contarle que quedó en “El Padrino”, pero no sabía de qué le estaba hablando. En ese entonces Pacino no estaba enterado de que su familia provenía del mismo lugar de origen que el personaje de Marlon Brando.

Muchas anécdotas quedaron de la trilogía de “El Padrino”. Por ejemplo, para Pacino fue un orgullo trabajar con un actor de la talla de Brando. Él lo admiraba e incluso una vez se sacaron una foto en el rodaje del film y cuando Brando vio que Pacino tenía una foto, le pareció linda y se la quiso quedar.

Además, también compartieron una vez una comida en el set. Justo estaban filmando la escena en la que Michael lo visita a su padre en el hospital. Ahí estaba Brando comiendo pollo con la mano, hablando y gesticulando y Pacino pensaba “¡Qué m***** está haciendo con las manos!” y “¿Qué va a hacer después de que termine de comer?”. Y ahí fue cuando el reconocido actor se limpió las manos en las sábanas del hospital y Pacino pensó “Eso es una estrella”.

Una de las escenas más emblemáticas de la primera película es cuando se encuentran los hermanos Corleone deliberando cómo será la venganza por el tiroteo hacia su padre. Michael está con la cara golpeada y la cámara se le va acercando hasta que cuenta su plan de matar. Uno de los espectadores le preguntó a Pacino cómo trabajó esa escena. Con la modestia que lo caracterizó toda la noche, el actor dijo que solo se preocupó por cómo tenía la cara en ese momento. Le habían pegado y tenía que mantener la boca de una manera particular.

También fue muy difícil componer al personaje de Michael. Sobre todo le costaba desprenderse del personaje cuando no estaban rodando, porque estaba muy metido en él.

“En Estados Unidos y sobre todo en ese momento, cuando se hacía de noche, a las seis de la tarde, ya no se podía seguir filmando. Estábamos filmando la escena del cementerio en ‘El Padrino 1’ y lo veo a Coppola llorando. Cuando le pregunté qué le pasaba me dijo que no lo dejaban filmar una toma más. Fue ahí cuando me di cuenta en el proyecto que estaba metido y cuán implicados estaban todos los que formaban parte de eso”, recordó Pacino.

“Perfume de Mujer”

scent-of-a-woman-diOtro de los éxitos realizados por Al Pacino fue “Perfume de Mujer”, donde interpretó al Teniente Coronel Frank Slade y el cual le otorgó un Oscar. Fue otro de los films que se analizaron de forma más pronunciada en la velada de ayer.

Uno de los espectadores le preguntó quién le enseñó a bailar el tango en una de las escenas de la película. Entre risas, el actor comentó que le querían enseñar una coreografía entera, pero que él creía que no le iba a salir, así que prefirió aprender un solo paso y repetirlo.

En uno de los momentos finales del espectáculo, lo sorprendieron a Pacino con una orquesta que tocó “Por una cabeza” y el actor bailó, como recordaba, el tango.

Para interpretar a su personaje, Pacino se encontró con un teniente que le enseñó a cargar el arma. Cuando lo hacía bien, el teniente expresaba un “u a”. El actor le preguntó por qué hacía eso y le explicó que cuando estaba en la armada, cuando hacía algo bien decía “u a”. Y ahí fue cuando Pacino dijo “eso definitivamente va a estar en la película”, convirtiéndose en una de las frases características de uno de los personajes más emblemáticos Pacino.

Por otro lado, le fue difícil hacerse pasar por un no vidente. Tuvo que ir adaptándose a hacer cosas cotidianas sin mirar. Pero fue complicado porque los ojos reaccionan a ciertos estímulos. Una vez tuvo que hacer una escena en el Central Park y se cayó sobre una planta, lastimándose el ojo y quedándose sin filmar durante cinco días.

Actuación

heatSiguiendo la línea de la posibilidad que tuvo Pacino para relacionarse con un teniente de verdad para interpretar a Frank Slade, el actor habló sobre el acceso que siempre tuvo y que tienen los actores a la hora de componer un personaje. Cuando tuvo que interpretar a Serpico, también se juntó con Frank Serpico para conocerlo.

Dentro de esas ventajas, el actor contó una anécdota que hizo estallar de risa a todos los presentes. Venía manejando en Estados Unidos y su cabeza se fue para cualquier lado (“Algo que no debería pasarme ¿no?”) y en un instante le chocó el espejo a otro auto. Se bajó y vio que el conductor estaba furioso por lo que había pasado. Pacino se hizo cargo y le dijo que podía llamar a un número en particular, pero cuando el otro conductor se dio cuenta de quién era el que lo había chocado le dijo “está bien, está bien, no pasa nada”.

En cuanto a la actuación propiamente dicha, Pacino contó que para él el ensayo es muy importante. Esto se debe a que la letra se va haciendo propia, se la va aprendiendo, para luego ir soltándola y comenzar a decirla con sus propias palabras.

Pero cuando tuvo que realizar la mítica escena con Robert De Niro en “Fuego Contra Fuego”, él le preguntó cómo quería que hicieran y De Niro le comentó que no hacía falta ensayar, que era mejor hacer la escena directamente. Él estuvo de acuerdo (sobre todo porque era Robert De Niro) y terminó siendo un momento mágico.

Nuevamente ambos actores trabajarán juntos en “The Irishman”, película dirigida por Martin Scorsese, y que comenzará a filmarse a principios del año que viene. Al elenco se suman también Harvey Keitel y Joe Pesci.

También dio una clase magistral de actuación, cuando una de las presentes le preguntó qué era mejor, si encarnar los proyectos en los cuales uno está convencido o si es mejor hacer todo lo que le proponen para estar activo y en constante movimiento. Fue allí cuando Pacino dio una larga explicación y contó una anécdota de una obra teatral que hizo, cuyo personaje no le cerraba del todo e incluso un crítico había escrito en un diario que la obra era increíble y que todos estaban muy bien menos él. Pero nunca nadie sabe qué es lo que le puede deparar el destino, y que varios personajes que le dijeron esto es para vos, no terminaron saliendo, mientras que otros que fueron un desafío terminaron siendo uno de los preferidos de interpretar.

Un repaso por su vida, por su carrera, por las películas y los personajes más emblemáticos que le tocó interpretar, con preguntas del público, baile del tango, música de “Perfume de Mujer” y “El Padrino”, y un gran recuerdo para todos los presentes que pudieron conocer más íntimamente a uno de los mejores actores que nos dio el cine de Hollywood, Al Pacino.

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