Arya Stark, una pequeña gran asesina
La hermana menor de los Stark siempre tuvo en claro que ella no quería ser una princesa como Sansa, debido a su actitud combativa y rebelde, buscando salirse siempre de los parámetros preestablecidos para niñas de su posición. Su destino estaba marcado por un camino mucho más violento, pero igual de trágico que su hermana, que la convirtió en una pequeña asesina, teniendo la posibilidad de vengar a su familia en más de una oportunidad, quitándole la vida a todos aquellos que la dañaron alguna vez.
Su desgracia comenzó al mismo tiempo que la de Sansa, cuando su padre Ned se la lleva a King’s Landing por ser elegido como la mano del rey y debido a su interés en casar a su hija mayor con el príncipe Joffrey. Su primer acercamiento a la muerte vino con el asesinato por parte de Sandor Clegane, el Perro, a su amigo Mycah, por un berrinche de Joffrey, incorporando en su lista mental mortal a ambos personajes. Pero no fueron todas penurias en King’s Landing. Debido a que Ned se da cuenta de que Arya jamás se convertiría en una princesa, decidió darle las herramientas necesarias para aprender a defenderse por sí misma y conseguir manejar a Needle, la espada que le dio su hermano Jon antes de separarse. Es así como contrató a Syrio Forel, de Braavos, quien le enseñó la “danza del agua”, algo que la ayudaría para poder escapar de King’s Landing, luego de presenciar la ejecución de su padre. Durante el final de la primera temporada Arya mata por primera vez, en un acto accidental para salir con vida de las garras de los Lannister, pero este se convertirá en un camino sin retorno.
Arya se encuentra con Yoren, un recluta de la Guardia de la Noche, quien tiene las intenciones de llevarla nuevamente a Winterfell. Sin embargo, son capturados por las fuerzas de los Lannister, quienes los encierran en Harrenhal. Es allí donde conoce a Jaqen H’ghar, un hombre sin rostro de Braavos, un asesino experto que tiene la capacidad de cambiar de aspecto. Arya recurre a su ayuda, primero para matar a sus enemigos en aquel lugar y luego para escapar. Es así como antes de separarse, él le da una moneda y la clave “valar morgulis” para cuando vuelvan a encontrarse en Braavos. Este poderoso vínculo significó un antes y después en la transformación de la pequeña Stark. Movida por su sed de venganza, intriga ante la muerte y sus grandes habilidades, empezará a transitar este camino hacia su verdadera naturaleza.
Fuera de Harrenhal, Arya, Hot Pie y Gendry se topan con la Hermandad sin Estandarte, una banda anti-Lannister, liderada por Beric Dondarrion, quien tuvo la posibilidad de volver a la vida en varias oportunidades, y el sacerdote rojo Thoros de Myr. Pero con la llegada de la sacerdotisa roja Melisandre (fiel compañera de Stannis Baratheon), venden a Gendry para que ella pueda utilizar su sangre en una ceremonia con magia. La lista de muerte de Arya va creciendo poco a poco y esta es la última vez que ve al bastardo de Robert, cuyo vínculo sentimental fue muy fuerte y que lo va a seguir siendo hasta la actualidad.
Pero el camino de la joven va a seguir por otro lado, cuando el Perro la secuestre tras haber vencido a Dondarrion y la lleve a Arya hacia The Twins, donde estarían su hermano Robb y su madre Catelyn Stark en la famosa Boda Roja, donde ambos son asesinados. Una vez más Arya se encuentra cara a cara con la muerte de sus familiares. Es así como se verá obligada a seguir su rumbo con el Perro, quien quiere llevarla hacia el Valle con su tía. En este viaje desarrollarán una relación bastante particular, una especie de amor-odio, donde ninguno de los dos soporta al otro, pero que en los momentos necesarios luchan codo a codo y comparten experiencias. Mientras tanto, ella también es capaz de tachar algunos nombres de su lista, como al mercenario Polliver o a Rorge, un ex miembro de la Guardia de la Noche que quería abusarla. A diferencia de su primer asesinato, estos fueron premeditados. Al llegar al Valle descubren que su tía Lysa se suicidó (o mejor dicho Littlefinger la mató), profundizando la ironía de la vida. Cada vez que Arya está por reencontrarse con un familiar, la muerte se lo arrebata.
Igualmente, el viaje con el Perro termina cuando Brianne of Tarth luche con él para recuperar a la pequeña Stark y cumplir con la palabra de Lady Catelyn. Si bien ella pierde, el Perro también queda herido y Arya no solo lo deja morir, sino que le roba antes de irse. Es así como se encamina rumbo a Braavos para comenzar su entrenamiento con el Hombre sin Cara. El mismo es muy arduo, duro y que requiere un gran esfuerzo, sobre todo por el hecho de que debe dejar atrás su pasado e identidad para convertirse en “nadie”. Con muy pocos avances, Arya decide robar una cara para asesinar a otro hombre de su lista, a Meryn Trant, uno de los guardias que mató a su profesor Syrio allá en King’s Landing. Pero esta muerte le costó caro, y su castigo fue quedar ciega. De todas maneras, Arya logra mejorar en varios aspectos, sobre todo en cuanto a la lucha, aunque no consigue desprenderse de su esencia. El fin de su viaje a Braavos sucede cuando Jaqen la obliga a matar a una mujer inocente, pero ella se niega, y su compañera de entrenamiento quiere asesinarla. En el camino de su regreso a Winterfell, se cobra otra vida, la de Walder Frey (quien mató a su hermano y madre), cortándole la garganta, y envenenando a todos sus hombres.
El encuentro con Sansa en su hogar fue algo tenso pero emotivo. Las hermanas siempre fueron muy diferentes entre ellas, respetuosas, pero no muy unidas. Sin embargo, Littlefinger intenta corromper ese vínculo, logrando que Arya lo mate con su propio cuchillo.
Durante el comienzo de la octava temporada, la joven tuvo reencuentros muy importantes con distintos personajes. Con su hermano Jon, quienes siempre tuvieron una relación muy especial y que no se veían desde la primera entrega; con Gendry, con quien finalmente termina teniendo relaciones sexuales antes de la gran batalla que decidirá quién vive y quién muere, y con el Perro, a quien había dejado morir.
Si bien Arya siempre perfiló como una joven para nada inocente y capaz de defenderse por sí misma, a lo largo de la serie fue transformándose paulatinamente en una asesina con sangre fría, que solo demuestra sus sentimientos y humanidad con unos pocos, pero que sino se muestra invencible, sin miedo a la muerte y a lo que vendrá. Un personaje que tuvo que crecer a los golpes y transitar un camino lleno de tragedias, venganzas y asesinatos. Veremos si su suerte y destino estarán más atados a la vida o a la muerte.
Samantha Schuster