Baz Luhrmann: la esencia del mundo teatral en la gran pantalla

Lleva 26 años de carrera, alcanzó la fama internacional con producciones de Hollywood en los años ’90. Es el director australiano más exitoso comercialmente, con cuatro de sus películas entre las diez cintas australianas más taquilleras de todos los tiempos.

Hijo de una maestra de baile y de Leonard Luhrmann, un agricultor que falleció el primer día en el que rodaba la película «Moulin Rouge», Baz Luhrmann comenzó su recorrido en el mundo del teatro, aspecto que naturalmente trasladó a la pantalla grande, logrando que el espectador se sumerja en el universo de la espectacularidad. La característica y maestría que posee para unir el cine y el teatro en las películas se convirtió en su sello personal, siendo considerado como uno de los mejores directores y un ejemplo contemporáneo de un autor por su estilo y su profunda participación en la escritura, dirección, diseño y componentes musicales de todo su trabajo.

Inició en la industria cinematográfica como actor en la década de los 70’. Su primera aparición fue en el drama romántico de 1981 «Winter of Our Dreams». Luego tuvo un papel secundario como estudiante de cine en el thriller de 1982 «The Dark Room». También en el drama de guerra «The Highest Honor» (1982), la cual sería su última película como actor, más allá de los cameos esporádicos en sus propias películas. Aunque para ser honestos, no le fue nada bien. Sin embargo, en lugar de decepcionarse y rendirse, se dio cuenta de que quizá su talento en realidad se encontraba en contar historias.

Es en 1992 cuando Luhrmann se lanza como director, con la comedia romántica «Strictly Ballroom», siendo el primer filme en su trilogía de películas relacionadas con motivos teatrales y su primer éxito de taquilla. Tres años más tarde adaptó de forma novedosa y moderna con excelente crítica y público a William Shakespeare en «Romeo y Julieta» (1996), con Leonardo DiCaprio y Claire Danes. Pero su mayor triunfo hasta el momento ha sido «Moulin Rouge» (2001) con Nicole Kidman y Ewan McGregor, un original musical con canciones de los Beatles, Madonna, Elton John, Nirvana y Queen, entre otros. Demostró que podía filmar prácticamente cualquier cosa que se propusiera, pues ya había hecho comedia romántica, drama y ahora música.

En 2008 estrenó «Australia» con mucho éxito en la taquilla internacional y para el 2013 llegaba su última película: «El gran Gatsby», una adaptación de la novela homónima de F. Scott Fitzgerald con Leonardo DiCaprio como Jay Gatsby, el cual tuvo una recepción muy notable en su estreno estadounidense e internacional. Durante 2016 lanzó una serie en Netflix ambientada en el barrio South Bronx de fines de los años 70’ «The Get Down», que muestra un New York lleno de mafias, música disco y grafitis y se aborda el nacimiento del hip-hop como respuesta al tortuoso estilo de vida al que se ven sometidos los personajes.

También ha realizado montajes de ópera como «La Bohème» así como anuncios publicitarios, siendo el más conocido el realizado para el perfume Chanel Nº5 junto a Nicole Kidman.

Como se ve, su filmografía cuenta con una alta relevancia desde un enfoque dramático teatral al igual que musical, y continúa impresionándonos con cada uno de sus proyectos, siempre entregando cintas de calidad. Por ello no podía ser menos que la película biográfica de Elvis Presley fuese dirigida por él. Para este 2022 y después de casi una década, Baz Luhrmann vuelve a lo grande. Este fue un proyecto que al cineasta australiano le tomó mucho tiempo concretar, pero el resultado es algo sensacional, pues nos muestra una visión mucho más humana, honesta y nunca conocida del hombre que se convirtió en una leyenda viviente.

Considerado uno de los más interesantes autores creativos del panorama actual, en todas sus películas ha perseguido el deseo de sublimar la historia a través de la fuerza de una puesta en escena barroca y vigorosa. Su cine es una combinación de fórmulas y estilos artísticos ya existentes que nos brindan un viaje visual de referencias que establece un protagonismo exagerado de la imagen derivando en la magnificencia.

Luhrmann es el responsable de crear la biopic más ambiciosa a la fecha sobre Presley y su historia de vida.

 

Noelia Giacometto

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