Crítica de «Chicas Perdidas» de Liz Garbus (2020)
Liz Garbus es una directora reconocida por su trayectoria documental. Entre sus obras se encuentran «The Farm: Angola» (1998), «Girlhood» (2003) o «What Happened, Miss Simone?» (2015), nominadas y ganadoras de grandes premios del cine. En esta oportunidad, nos presenta su primera ficción, «Chicas Perdidas», basada en el libro «Lost Girls: An Unsolved American Mystery» de Robert Kolker, que a su vez está inspirado en hechos reales.
«Chicas Perdidas» cuenta la historia de Mari Gilbert, madre de tres hijas que se entera que la mayor de ellas está desaparecida. Es así como comenzará una odisea para tratar de encontrarla, mientras descubrirá no solo parte de su vida que desconocía sino también otros casos similares.
La película nos trae un relato intenso y conmovedor, donde una madre debe lidiar no solo con la situación desgarradora y desesperante actual, sino también con un pasado culposo por decisiones que tuvo que tomar con respecto a su hija, que derivaron, a su vez, en la forma de vida elegida por ella. También es emotivo ver cómo el resto de las madres y hermanas luchan para conseguir justicia para las víctimas y cómo queda demostrado el tratamiento que le dan los medios a estos casos o la profundidad de las investigaciones de la policía. Es un film de denuncia hacia las autoridades y a la sociedad en general, y aunque hubiera sido importante ahondar más en estas cuestiones, igual no deja de ser relevante que se hayan mencionado.
La construcción de los personajes es muy interesante, se le da una relevancia particular a sus conflictos internos y a su salud mental (aunque tal vez se podría haber profundizado un poco más en su psicología), mientras que se muestra una variedad de matices: sus fortalezas y debilidades, sus decisiones moralmente cuestionables, su lucha incansable, sus ganas de seguir adelante y dejar una huella en la sociedad.
En este sentido, debemos destacar a su elenco, sobre todo a la protagonista encarnada por Amy Ryan («Gone Baby Gone»), que logra ponerse en la piel de esta madre culposa y atormentada por el pasado que ahora quiere remediar los hechos y encontrar a su hija viva a cualquier costo. También hay que subrayar el talento de Thomasin McKenzie («Jojo Rabbit»), la hija del medio de Mari, quien realiza un equilibrio entre el apoyo hacia su familia y la recriminación hacia su madre por decisiones del pasado y por ocultarle tales hechos. El resto de las mujeres aportan su cuota de sororidad y de contención, principalmente para sus hijas, faltas de afecto.
En síntesis, «Chicas Perdidas» es una película que, mediante su ritmo intenso y pausado, nos cuenta la lucha incansable de una madre y un grupo de mujeres por descubrir la verdad y hacer justicia. Visibiliza un caso real sobre un grupo minoritario y que de otra manera no hubiera sido escuchado. Critica la falta de eficacia policial y el rol de los medios. Si bien podrían haber profundizado un poco más estas cuestiones, como también la psicología o los vínculos de los personajes, «Chicas Perdidas» es un relato interesante que nos dejará pensando sobre lo que sucede en la actualidad.
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Samantha Schuster