Crítica de “Hannah y sus hermanas” de Woody Allen (1986)

Considerada una de las mejores películas de Woody Allen, “Hannah y sus hermanas” nos presenta distintas líneas argumentales que siguen a los protagonistas a través de temáticas existenciales que le preocupan al director.

Como una especie de ciclo que se abre y termina con una celebración del Día de Acción de Gracias, tenemos por un lado a Hannah, una mujer casada con Elliot, pero cuya relación no se encuentra en su mejor momento. Él está enamorado de Lee, una de las hermanas de su esposa, que a su vez está de novia con un artista algunos años mayor con el que ya no se siente tan a gusto. Por otro lado está Holly, la tercera hermana de la familia, aspirante a actriz pero que comienza un servicio de catering porque necesita dinero. El mismo lo lleva a cabo con su amiga April, pero las cosas se complicarán cuando ambas estén interesadas en el mismo hombre y compitan tanto por él como por un lugar en Broadway. Por último, tenemos la historia del ex marido de Hannah, un hombre hipocondríaco que, cuando tiene algunos síntomas sospechosos y lo mandan a realizarse estudios, empieza a ver la vida de una manera distinta.

“Hannah y sus hermanas” es una de las más icónicas y representativas obras de Allen, ya que plasma a la perfección el camino de búsqueda y descubrimiento de los interrogantes que se plantea el director. Cada uno de los protagonistas, en mayor o menor medida, indagan acerca de la religión (sobre todo si existe algún Dios), la muerte y los últimos instantes de una persona en la Tierra, la infidelidad dentro del matrimonio, el desempleo y los problemas económicos, la experimentación con el arte en todas sus formas (pintura, teatro, cine), entre otras cuestiones. Esto se lo hace a través de un guion muy perspicaz e ingenioso y un equilibrio entre el drama y la comedia (haciendo mayor hincapié sobre este segundo género), que permiten un mero entretenimiento en el espectador, pero también una reflexión más pronunciada acerca de los asuntos expuestos. Lo interesante es ver también cómo los personajes principales realizan sus propias reflexiones, mediante una voz en off que viene a ocupar el lugar de su consciencia. No solo observamos sus actitudes y acciones, sino que también podemos saber qué es lo que están pensando, generando una mayor empatía o acercamiento con el público.

Con respecto al plano interpretativo, nos encontramos con un elenco de primer nivel, compuesto por la actriz fetiche de Allen, Mía Farrow, Michael Caine, Dianne Weist, Barbara Hershey, Carrie Fisher y el mismo director encarnando al típico personaje neurótico. Cada uno consigue representar la esencia de su papel, brindando una personalidad particular al grupo.

Como suele suceder también en las obras de Allen, la banda sonora de estilo jazz se destaca en gran parte de la película, acompañando muy bien a las distintas historias. Por momentos nos encontramos con música más romántica, en otros instantes es más movida.

En síntesis, “Hannah y sus hermanas” es una de las mejores obras de Woody Allen, ya que representa a la perfección la mirada del director con respecto a distintas temáticas. A través del humor y las relaciones complicadas hace divertir y reflexionar al espectador por igual.

Puntaje:

 

 

Trailer:

 

Samantha Schuster

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