Crítica de «Honor Society» de Oran Zegman (2022)

Hoy se estrenó en Paramount+ para todo Latinoamérica «Honor Society», película que se centra en Honor Rose (Angourie Rice), una joven meticulosa y estudiosa que desde siempre tuvo el objetivo de ingresar a Harvard. Dispuesta a hacer lo que sea necesario para conseguirlo, inventa un plan para derrotar a sus tres principales competidores hasta que todo va a cambiar cuando inesperadamente se enamora de su mayor contrincante (Gaten Matarazzo).

«Honor Society» es un coming of age en tono de comedia que nos ofrece una historia fresca, divertida y entretenida para hablar sobre la competencia, las ambiciones, la identidad, el luchar por los sueños, el egoísmo, la presión que tienen los jóvenes para decidir su futuro, la amistad, el amor, entre otras cuestiones.

Si bien puede ser bastante predecible cómo el personaje de Honor va a ir evolucionando con el correr del relato, generando un impacto en la vida de los demás y volviéndose mejor persona, el final logra sorprendernos de una forma más que grata, pasando de un lugar ameno y seguro hacia uno mucho más oscuro. Es de esas películas que uno siente que vienen bien pero la resolución termina de impactarnos y hace que todo cobre otro sentido.

Existen algunos recursos interesantes que utilizan como la ruptura de la cuarta pared, pero por momentos se siente un poco abusivo y forzado, sobre todo en las situaciones en las que no es necesario que las cuenten sino que las podemos deducir por nuestra cuenta. De todas maneras no se vuelve algo molesto o invasivo del todo.

El elenco es uno de los puntos más altos del film. Angourie Rice («Every Day», «Mare of Easttown») siempre es una actriz carismática y, a pesar de encarnar a un personaje que al principio no es del todo simpático o comprador, a medida que avanza la historia va madurando y podemos empatizar más con ella. Además, hace un buen dúo con Gaten Matarazzo («Stranger Things»), quien se pone en la piel de otro de los chicos que aspira a un lugar en la universidad. Tienen buena química entre sí y su vínculo se va volviendo cada vez más sólido. Por otro lado, tenemos la participación de Christopher Mintz-Plasse («Superbad») como un consejero y mentor de los chicos que protagoniza algunas de las escenas más graciosas y bizarras por sus intereses dudosos. En general los personajes son bastante interesantes, ofreciéndonos algo diferente a lo que acostumbramos ver, con más profundidad y matices.

El debut de la directora israelí radicada en Los Ángeles, Oran Zegman, resulta ser una grata sorpresa, ya que logra impregnar de un humor particular a una historia de competencias estudiantiles. Con giros impactantes, un buen trabajo interpretativo de su elenco y un guion ingenioso, nos encontramos ante una fresca comedia adolescente que nos deja con una buena sensación.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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