Crítica de «Mars Express» de Jérémie Périn (2024)
«Mars Express» es una película de animación francesa que logra evocar lo mejor de sus influencias en el género de distopías cyberpunk. Si bien no alcanza la excelencia técnica que por momentos consigue la industria japonesa, una excepcional labor de dirección y del equipo de animadores consigue entregar una experiencia capaz de cautivar incluso a fanáticos de la animación particularmente exigentes.
En un futuro en el que la humanidad se divide no solo entre personas y réplicas androides, sino también entre nacidos en la Tierra y nacidos en Marte, el film se centra en una dupla de detectives privados compuesta por una fría humana y un androide que todavía intenta adaptarse a su nueva vida luego de su muerte natural. Juntos toman un pequeño caso que irá metiéndolos de lleno en los conflictos más masivos de esta sociedad futurista, obligándolos a enfrentarse no solo a las partes que más los interpelan del contexto social sino incluso a sus demonios personales. Este es un relato que se atreve a intentar desarrollar no solo un drama de personajes, sino explorar temáticas socioeconómicas complejas (e incluso mojar los pies en ciencia ficción más literaria que la que acostumbra a retratar el cine) en apenas una hora y media de un misterio sci-fi de acción.
Lo que en un principio puede parecer un relato que acierta al no intentar reinventar la rueda, rápidamente va a ir revelándose como una experiencia excelentemente construida por el guionista y director Jérémie Périn. Incluso cuando la animación se mantiene en todo momento a un nivel altísimo, es la labor narrativa la que se lleva todos los aplausos. Cada una de sus escenas van a ir revelándonos no solo aspectos importantes de esta interesante sociedad que han creado sino a la vez partes que logran complejizar a sus protagonistas de una forma cada vez más cautivante, todo mientras consigue intrigar en su misterio y entretener con sus varias secuencias de acción. Périn y el equipo de animadores consiguen plasmar pequeños momentos de personajes en medio de impactantes peleas con la misma facilidad que van poblando el mundo de «Mars Express» con elementos de fondo o «relleno» satelital que sin mención verbal de todas maneras logran profundizar las partes más interesantes de lo que es sobre todas las cosas un peliculón con todas las letras, tan de ciencia ficción como de cine negro por igual.
Decir que «Mars Express» es hija de «Ghost in the Shell», «Blade Runner» e incluso «Chinatown» sería reducir demasiado lo que se siente realmente como un trabajo personal de un equipo extremadamente talentoso, pero también generaría expectativas que podrían poner en peligro el particular disfrute que es descubrir esta pequeña joya sin esperar demasiado.
En resumen, además de ser una recomendación obligada para todo fanático de la ciencia ficción y del cine de animación por igual, esta es una película que logra ese difícil equilibrio entre pasión, talento, trabajo y técnica como para meterse entre las favoritas de audiencias dispuestas a darle una oportunidad al excelente cine de animación que lo entiende como un medio en el cual desarrollar narrativas cinematográficas del más alto nivel y no la limita a ser un género para audiencias familiares.
Puntaje:
Tráiler:
Leandro Porcelli
