CINE

Crítica de «Reality» de Tina Satter (2023)

En 2019 Tina Satter presentó su obra teatral «Is this a room?», la cual contaba la historia de Reality Winner, una ex especialista de inteligencia estadounidense que fue acusada de filtrar, de forma no autorizada, información clasificada sobre la intervención del gobierno ruso en las elecciones presidenciales en Estados Unidos de 2016 cuando ganó Donald Trump.

Tiempo después, la dramaturga y cineasta norteamericana adaptó su propia obra a un guion cinematográfico. Es así como nació «Reality», la cual se estrenó en HBO Max en Estados Unidos, pero todavía no llegó a nuestro país ni al cine ni a la plataforma. Nuevamente la historia se centra en Reality Winner (Sydney Sweeney), una joven de 25 años que fue interrogada el sábado 3 de junio de 2017 y fue acusada de filtrar información clasificada. La película retrata la conversación que tuvo con dos integrantes del FBI, quienes querían que la joven admitiera lo ocurrido pero ella parecía no saber de qué le estaban hablando.

La particularidad que tiene el film es el grado de realismo que posee, sustentándose en diálogos sacados íntegramente de una transcripción que hizo el FBI del interrogatorio. No solo podemos enterarnos de esto a través de un comunicado al inicio de la cinta, sino que constantemente usan recursos documentales para mostrar la veracidad que tiene el relato, como los audios originales entre los investigadores y la acusada, las hojas de la transcripción que podemos leer en pantalla o fotos de la verdadera Reality Winner para contextualizar parte de su vida. Es una manera bastante original y creativa de presentar los hechos y no quedarse simplemente en la conversación de los implicados.

Otra herramienta interesante a la que recurren es hacer pausas o elipsis cuando se habla directamente de una información clasificada, a la que tal vez no pudieron acceder por su grado de secretismo o al menos lo hicieron para preservar los detalles del caso delante de la audiencia.

La película puede sentirse teatral por momentos (y tiene sentido porque primero se adaptó esta trama a este formato), ya que la historia se centra íntegramente en el interrogatorio y en charlas más amenas y superficiales entre el FBI y Reality, con el uso prácticamente de una sola locación: su casa. Una puesta en escena minimalista que igual consigue utilizar varios recovecos de la casa para que no se sienta tan estático el relato. Igualmente no podría generarnos aburrimiento, ya que estamos intrigados, pendientes y atentos a ver si la protagonista realmente hizo lo que se la acusa o se confundieron de persona. En este sentido, se construye un clima de tensión palpable en el ambiente, que va creciendo con el correr del metraje.

Sydney Sweeney («Euphoria», «The White Lotus») se pone la película al hombro, brindándonos una muy buena actuación de su parte. Es una joven con un carácter tranquilo, está bien predispuesta a ayudar a los agentes y nos da la sensación de que no pudo haber atentado contra su patria. Poco a poco su temple va cediendo al nerviosismo y la tensión y la actriz lo plasma muy bien en sus gestos. Está bien acompañada por Josh Hamilton y Merchánt Davis, los agentes del FBI, que la presionan y manipulan con sus tácticas.

En síntesis, «Reality» toma una historia verídica para plasmarla de una manera original y creativa preservando un tono documental. Gracias a unas buenas actuaciones de su elenco y un guion meticulosamente delineado logra hablar sobre los manejos políticos estadounidenses, los servicios de inteligencia y el control. Atrapante e interesante.

Puntaje:

 

 

Tráiler:


 

Samantha Schuster

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