Crítica de “Roman J. Israel, Esq.” de Dan Gilroy (2017)

Dan Gilroy debutó en 2014 como director de una forma sorprendente, con un thriller psicológico impactante, debido a su impecable guión, clima tenso y la magnífica labor y caracterización de Jake Gyllenhaal. Luego de “Nightcrawler” la vara quedó muy alta para este realizador que con su nueva obra no pudo estar a la altura.

“Roman J. Israel, Esq.” se centra en el personaje por el cual el título del film lleva su nombre. Es un abogado bastante particular e idealista con un claro sentido de la moral, de los principios y de los derechos de todos los humanos (no sólo de los más poderosos). Su vida cambiará cuando su socio sufra un ataque cardíaco y pierda el bufete. Es así como luego de buscar empleo termina trabajando en una firma cuyo responsable ve en sus clientes sólo un negocio redituable.

Lo más destacable, y probablemente lo único de la cinta, es el desempeño de Denzel Washington, quien encarna a este hombre desencajado de la sociedad, cuyos ideales van mutando y contaminándose poco a poco. Hace un buen trabajo en su composición, tanto física como anímica y verbal, por lo que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actor Protagonista. A Washington lo secunda muy bien Colin Farrell, interpretando al abogado poderoso, brindando un equilibrio entre la malicia y la realidad.

De todas maneras, estos personajes atractivos y el sólido elenco que los encarnan no están acompañados por un buen guion. Si nos ponemos a pensar en el film una vez terminado, podemos afirmar que la historia era interesante, al menos su principio y su final, donde se muestra cómo era una persona correcta y su quiebre posterior, con las consecuencias que las decisiones conllevan. Pero todo el desarrollo que se encuentra en el medio de ambos actos se siente pesado y aburrido, con muchas escenas de relleno. Probablemente la duración del largometraje sea muy excesiva y esto provoque un ritmo más lento y poco efectivo.

Además, no es la primera vez que nos enfrentamos a una historia de abogados afroamericanos luchando por los derechos civiles y sin dudas acá no existe nada que sobresalga de la media o que impacte por algo particular. Quisieron darle un giro policial o de suspenso hacia mitad del film, pero se acordaron un poco tarde de hacerlo, cuando la trama ya había perdido gran parte de la atención del público.

Con respecto a los aspectos técnicos, la fotografía es impecable, como también la ambientación y vestimenta, que se presenta de una forma precisa y de acuerdo con las características del protagonista y su mutación.

En síntesis, “Roman J. Israel, Esq.” es una película que se destaca únicamente por su elenco, y sobre todo una atinada labor de Denzel Washington, pero que no otorga un desarrollo original ni entretenido de su trama.

Puntaje: 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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