Crítica de «Uncharted» de Ruben Fleischer (2022)

La falta de ideas originales en Hollywood hace que los productores se vuelquen a intentar adaptar cualquier obra que haya sido exitosa en otros medios. Últimamente, más allá de las adaptaciones comiqueras que ya son moneda corriente y van camino a un profundo agotamiento, también se ha optado por intentar emular el éxito de grandes videojuegos, llevándolos a la pantalla grande con mayor o menor grado de rigurosidad y también con mayor/menor éxito.

«Uncharted» pertenece a este segundo grupo de películas, ya que se origina de una conocida saga de videojuegos de la plataforma Playstation que tiene 4 juegos principales y varios spin-off. La conocida franquicia se centra en el personaje de Nathan Drake, un cazador de tesoros con un aire similar a Indiana Jones, que recorre el mundo en busca de fortunas escondidas, secretos históricos y leyendas míticas para resolver y desentrañar. Drake se convirtió en uno de los personajes más queridos de Playstation y gracias a un enorme y exitoso run que viene desde 2007, la adaptación cinematográfica no se hizo esperar. O en realidad sí, debido a que la idea de adaptarla viene rondando hace varios años e incluso cuando comenzó el rodaje tuvo que interrumpirse por un tiempo debido a la pandemia global del Covid-19. Finalmente, la película tuvo su estreno y resultó ser un éxito de taquilla dando luz verde de forma temprana a una posible secuela.

El gran problema de «Uncharted» es que justamente busca eso, ser un escapismo o un mero divertimento pasatista sin aspiración a ser algo más como sí pasa en el material original o en varios de los films que termina emulando o buscando «homenajear». Como bien dijimos, el largometraje se centra en Nathan Drake (Tom Holland, una decisión de casting al menos cuestionable ya que su versión jugable ronda los 40 años aproximadamente), y en su primera aventura como cazador de tesoros, junto a un cuestionable y simpático compañero (Mark Whalberg). Ambos unirán fuerzas para embarcarse en una aventura internacional que los llevará a destinos paradisíacos en busca de uno de los tesoros más grandes de la historia. Pero no estarán solos en la búsqueda, sino que el temible Santiago Moncada (Antonio Banderas) y su secuaz Chloe Frazer (Sophia Ali), serán sus despiadados e inescrupulosos adversarios que harán cualquier cosa por recuperar el tesoro antes que ellos.

Más allá del carisma de Tom Holland y la gran química que posee con Whalberg, por momentos se siente que el protagonista sigue con el tono de su querido Spiderman/Peter Parker y no logra componer al mítico Drake. Por otro lado, el guion no solo peca de ser poco original, sino que además parece aglutinar y reciclar elementos de otros films del estilo como la ya mencionada saga de «Indiana Jones», a la que está película le debe mucho, pero también a otras películas de aventuras como «National Treasure» y quizás algún que otro elemento de «Pirates of the Caribean».

Otro gran problema que presenta el film es el de tener un villano bastante genérico y sin demasiado peso, haciendo que prácticamente nunca consideremos que el héroe se encuentra en un peligro real o desmedido, provocando que se diluya la tensión en la mayor parte de las oportunidades. Si bien hay secuencias de acción bastante logradas y disfrutables, también ocurre que en varios momentos el CGI parece excesivo y artificial rompiendo con la magia de algunos instantes realmente logrados desde lo coreográfico.

«Uncharted» resulta ser una película con pocas luces que entretiene y logra darnos algunos momentos de espectáculo pirotécnico, aunque en el fondo termina decepcionando por su poca originalidad y varios lugares comunes que toma prestado de relatos mejores.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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