Crítica de «Wicked: Parte Uno» de Jon M. Chu (2024)
Siempre que se adapta una obra teatral o un libro a la pantalla grande genera ciertas expectativas para ver cómo hacen ese traspaso, si cambian algo de la historia o mantienen la esencia del material original. Y, en este caso, encima nos encontramos con un ícono de Broadway que además comparte universo con un clásico del cine como es «El Mago de Oz».
«Wicked: Parte Uno» está situada en la tierra de Oz, mucho antes de que llegue Dorothy desde Kansas. Esta primera parte se centra en Elphaba (Cynthia Erivo), una joven que nació de color verde y que, a pesar de haber sido discriminada toda su vida, llega a la Universidad de Shiz donde la valoran por su talento y no por su apariencia. Allí va a conocer a Glinda (Ariana Grande), con quien al comienzo tendrá varios roces, pero luego van a desarrollar una sentida amistad. Todo esto, antes de convertirse en la Bruja Mala del Oeste y la Bruja Buena del Norte, respectivamente.
Jon M. Chu (director de «Crazy Rich Asians», «In the Highs») decidió dividir esta obra en dos partes para poder contar de manera más detallada la vida de los personajes y su evolución. Y sinceramente dio en la tecla. A pesar de tener una duración de 160 minutos la película no se siente pesada o alargada sin sentido, sino que se toma el tiempo suficiente para presentar a las protagonistas y que podamos entender su forma de ser y comportarse, como también desarrollar el vínculo entre Glinda y Elphaba, que va mutando con el correr del relato.
Sin haber visto el musical previamente, por lo que no podemos dar fe de la fidelidad o no de su adaptación, la historia se siente bastante profunda y justificada. Para quienes estén más metidos en este universo, ya sea por haber visto la obra de teatro o «El Mago de Oz», podrán encontrar varios guiños atractivos que no vamos a adelantar pero que el público podrá valorar.
En cuanto a los aspectos técnicos no hay nada que cuestionarle al film. Tiene un gran despliegue de producción y puesta en escena para que se realicen tanto las escenas actuadas como los cuadros musicales, como también un logrado trabajo en los efectos especiales, maquillaje y vestuario. Todo se tiñe de mucho color, vida, y se siente natural dentro del universo de fantasía y magia creado. Tiene buenas canciones, algunas más pegadizas, conocidas y con mayor elaboración que otras, pero en general tienen buenos momentos.
Sin dudas Ariana Grande y Cynthia Erivo nacieron para estos papeles. Cada una consigue plasmar a la perfección a su personaje, como también se complementan muy bien entre sí. Ariana nos ofrece una parte más cómica del relato, con un rol con mucha gracia, frescura e inocencia. Hace de una persona genuinamente buena aunque siempre tiene dobles intenciones y que se preocupa más por el exterior que por el interior. Erivo, por su parte, es mucho más seria y logra que el público empatice con ella por las difíciles y diversas situaciones por las que tiene que atravesar. A nivel vocal también se destacan. El resto del elenco acompaña de buena manera, con varias personalidades reconocidas como Jonathan Bailey, Jeff Goldblum, Michelle Yeoh y Peter Dinklage (este último que presta únicamente su voz pero que lo hace muy bien).
El final de esta primera parte es tan potente como espectacular. Recién el año que viene tendremos la posibilidad de ver la continuación, que seguramente retomará los hechos de este inicio y nos proporcionará mucha más acción que lo que pudimos ver hasta el momento. De todas maneras, y por tratarse de un comienzo, la película no se sintió una introducción sino que se vale por sí misma.
En síntesis, «Wicked: Parte Uno» se destaca como una de las producciones musicales de los últimos años. Un film que aprovecha su larga duración para contar de manera profunda, detallada y atractiva la historia de sus personajes y su interacción. Además, se beneficia de sus actrices que ofrecen buenas interpretaciones actorales y vocales, como también de su despliegue visual y de producción. Veremos qué nos deparará la segunda parte, pero sin dudas la estaremos esperando.
Puntaje:
Samantha Schuster