ENTREVISTAS

Entrevista con Daniel Grao, protagonista de «Perdida»

Hace poco se estrenó «Perdida», serie española que se pudo ver en su país por Antena 3, y que ahora llegó a Netflix para conquistar al público internacional. La misma cuenta la historia de Antonio, un español que intenta traficar cocaína por el aeropuerto de Bogotá y es apresado en el acto. Sin embargo, no tendrá muchas intenciones de salir de ahí. Esto se debe a un hecho del pasado que lo trajo a este nuevo destino y que solamente en la cárcel colombiana podrá cumplir con su objetivo.

Daniel Grao interpreta a Antonio, este hombre dispuesto a todo para cumplir su misión y cuidar a los que más quiere aunque eso signifique poner en peligro su propia vida. Mónica Ortiz conversó con el actor para Cinéfilo Serial, donde le contó acerca de su personaje, la popularidad de la serie y otros proyectos que tiene por delante.

– ¿Cómo surgió el personaje y cómo te eligieron para este protagónico?

– En principio no me había enterado de la serie, y de pronto me llegan los capítulos y el ofrecimiento de protagonizarla. Los leí y me impresionaron. Me gustó mucho el viaje que me esperaba por delante, me gustó mucho la idea de volver  trabajar con el director Iñaki Peñafiel, con el que ya había rodado «La sonata del silencio», y me apunté.

– La serie en estos momentos está teniendo bastante notoriedad en Argentina. ¿Cómo fue la recepción en España cuando se estrenó?

– Cuando se estrenó en España se hizo por televisión abierta en Antena 3. Creo que ya estamos acostumbrados a consumir la ficción a la carta, a la hora que nos da la gana y los capítulos que queremos de una sola vez, y prácticamente nadie ve la tele en abierto. Pero creo que menos una serie como esta, un thriller que te va enganchando y en el que hay muchos giros de guion. Entonces donde sentimos que ha despegado realmente es en plataforma de Netflix.

PH: Jesús Romero de Luque

– La historia de «Perdida» puede ser universal. ¿A qué le atribuís el éxito que está teniendo en nuestro país?

– Atribuyo el éxito a la historia que proponen, el punto de partida es la desaparición de una hija, el intento por parte de mi personaje de saber qué ha sido de ella, pero a partir de allí los giros del guion, las tramas que se van  sucediendo, creo que tiene algo muy bien diseñado, que va abriendo más personajes y tramas que aparentemente no guardan relación y cómo todo va encajando perfectamente conforme se acerca el final.

– Tu personaje tiene muchos matices y estadíos emocionales, al principio nos cuesta  comprender su apatía. ¿Cómo te preparaste para darle vida a Antonio Santos? ¿Tuviste algún desafío?

– La preparación de mi personaje empieza siempre sobre el papel, intentando buscar una coherencia en qué hace, qué dice y cómo lo dice, sugiriendo los cambios que crea oportunos al director y por supuesto mis hijos han sido muy inspiradores, porque al final estoy contando la historia de un padre coraje, por así decirlo. Otra cosa que me interesaba era basarlo en el miedo, no hacer un héroe desde el principio en el que el espectador ya adivina que lo va a superar todo, sino que empatizará con alguien normal que le pasa algo extraordinario y es ante esa cosa extraordinaria que reacciona como nunca antes lo había  hecho y es eso lo que lo convierte a ojos de los demás en un héroe. Pero si el personaje pasa por momentos muy dolorosos, también tiene algo complejo, porque el personaje tiene personajes dentro de sí mismo. Por ejemplo a la llegada a la cárcel tiene que disimular, tiene que fingir, entonces ahí teníamos que medir muy bien que el espectador adivinara ciertas cosas pero no el resto de los actores,  todo se pudo lograr con un gran entendimiento con la dirección.

– ¿Cómo fue el rodaje en Bogotá? ¿Hubo compliaciones en algunas de la escenas, quizás las dentro de la cárcel?

– Uno de los puntos fuertes de «Perdida» para mí, es precisamente el aire internacional que tiene, es una producción española pero practicante rodada en Colombia, con mezcla de actores colombianos, españoles, mexicanas, también en el equipo técnico, la mayoría de los jefes de equipo son de España, pero trabajando con gente de Colombia. Eso desde el primer momento fue súper fácil, me encantó trabajar con la gente de allí, tienen un equilibrio, una serenidad, buen clima y una efectividad que la verdad nos entendíamos perfectamente. Sé que al principio en el casting colombiano fue un poco más extraño, para encontrar la forma de trabajar en la que congeniaran actores españoles y colombianos, cómo encontrar un mismo código y se pudo conseguir con creces.

Como dificultad en las escenas no siempre son las más aparatosas, creo que en las emocionales siempre te sentís un poco más desnudo, quizás lo que fue complicado para mí, porque tengo cierta claustrofobia, fue lo que se ve en el capítulo 7 u 8 donde le personaje tiene que hacer ciertas cosas, no quiero desvelarlas, pero las verán y tiene mucho que ver con la claustrofobia y lo sufrí un poco.

PH: Jesús Romero de Luque

– ¿Qué significa para vos «Perdida»? Y teniendo en cuenta el éxito que está teniendo, ¿se viene una segunda temporada?

– Fue tan positivamente intenso y tan agradable rodar «Perdida», por el equipo humano, por el personaje, la historia, que la verdad ha sido un sueño hacer una segunda temporada, todo puede ser. A partir del éxito que está teniendo en Netflix, si bien no hay nada oficial todavía, hay ideas de Nacho López, el creador de la serie. No hay una petición en firme pero sería un sueño.

– En Argentina empezamos a conocerte más a partir de esta serie. ¿Te gustaría trabajar acá? ¿Tenes vínculos acá?

– Me vinculan a Argentina muchas cosas y personas sobre todo, empezando por mis profesores de interpretación son de allí, mi mujer es Argentina, con lo cual voy a menudo. Acabo de rodar una película en Uruguay, «El año de la furia» con Martina Guzmán, Joaquín Furriel, Alberto Ammann, en la que he hecho de uruguayo. Entonces los lazos en Argentina son muchos por compañeros, profesores y familiares, amo Argentina y me encantaría rodar allí.

– ¿Cuáles fueron los trabajos que más satisfacciones te dejaron? ¿Cuáles deseás hacer? ¿Qué hace Daniel Grao fuera del set?

– Soy adicto a mi trabajo y una de las cosas que más disfruto es rodar. Cuando no estoy rodando me encanta estar con mis hijos, me gusta mucho leer, y consumo mucha ficción, cuando no la estoy haciendo. He tenido la suerte de no sentirme encasillado, he hecho personajes muy diferentes, de bueno, de malo, hacer cine, televisión, teatro. Mi próxima obra es con Claudio Tolcachir, director argentino con el que ya trabaje en «Emilia» versión española y ahora haremos «La máquina de Turing» para los teatros del canal en Madrid, en octubre, ahí un vínculo más con Argentina.

Tengo especial cariño por distintos motivos a «Gigantes», una serie que está en Movistar, por haber trabajo y formar parte del universo de Enrique Urbizo; «El árbol de la sangre», que está en Netflix de Julio Medem; a «Julieta» de Pedro Almodóvar; y en teatro por ejemplo «La piedra oscura», donde interpreto al «tres erres», Rafael Rodríguez Rapún, que fue amante de Lorca y secretario de La Barraca y es una obra de Alberto Conejero dirigida por otro argentino, Pablo Messiez. Fue un trabajo que me marcó mucho, por su carga emocional y su belleza. Tengo la suerte de hacer los trabajos que me apetecen e intento hacer cosas diferentes con aspectos muy diferentes y que sean un reto para seguir creciendo como actor. Casi siempre cuando siento dificultad digo que sí, para quitarme ese miedo, para enfrentarme a él y para aprender.

 

 

 

Mónica Ortiz

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