IFFR 2022: «Drown» de Lim Sang-Su (2022)
Desde Corea del Sur llegó al Festival Internacional de Cine de Rotterdam «Drown», un thriller psicológico que nos mantiene atrapados constantemente y que si bien resulta efectivo, no termina de cerrar todos los interrogantes que fue planteando a lo largo del film.
«Drown» se centra en Dowoo, un hombre con una vida apacible y aburrida pero llena de conflictos, porque maneja un viejo hotel que se cae a pedazos y se hace cargo de su madre que padece demencia. Un día ella desaparece, al mismo tiempo que una pareja con un perro llega al lugar. A pesar de sus esfuerzos por encontrarla, no existe ningún rastro de ella. Es así como comienzan los rumores de que tal vez él la mató, algo que empieza a generarle dudas, ya que no tiene ningún recuerdo de aquella noche porque había tomado una gran cantidad de tranquilizantes.
Inmediatamente la película nos sitúa en un clima de tensión y suspenso, haciéndonos entender que en cualquier momento todos los problemas que tiene el protagonista van a explotar. Además, la misma se enmarca dentro de un estado de confusión constante, en el cual el espectador no sabe si lo que está viendo es producto de la imaginación del protagonista, consecuencias del abuso de las pastillas o si en verdad todo lo que se plasma en la pantalla está ocurriendo realmente. Esto genera una gran intriga y atracción, que nos mantiene atrapados hasta el final de la cinta.
Tal vez, en su contra podemos decir que todos los interrogantes que se van abriendo a lo largo del film, como si Dowoo mató o no a su madre, qué pasó con la pareja extraña que llegó al lugar, quién es la figura de un joven que viene a ayudarlo, entre otras cuestiones, no terminan de cerrarse. No está mal encontrarse con finales abiertos que le permitan al público sacar sus propias conclusiones, pero tampoco que uno tenga que imaginarse absolutamente todo.
De todas maneras, esto no termina de empañar la buena ejecución del film, en el cual los giros resultan sorprendentes y siguen manteniendo la tensión. Además, construyen a un personaje simpático, aunque de pocas palabras y expresiones, pero con el que podemos empatizar por todos los obstáculos que tiene que atravesar. Nos preocupamos por su bienestar y por la búsqueda que lleva adelante.
En cuanto a los aspectos técnicos, la puesta en escena está muy bien lograda. La mayor parte de las escenas ocurren en este viejo motel que ya de por sí nos brinda un ambiente lúgubre y decadente; mientras que los exteriores están situados en un crudo invierno que dificultan el rastrillaje. La banda sonora también acompaña de buena manera para construir este clima tenso y de suspenso.
En síntesis, «Drown» es un efectivo thriller psicológico coreano, que a pesar de no terminar de cerrar todos los interrogantes que plantea dejándonos con varias dudas para debatir y reflexionar, consigue mantenernos atrapados en todo momento por los giros que presenta, la construcción de un personaje que va cayendo poco a poco en la locura y un clima sombrío que acompaña muy bien a la historia.
Puntaje:
Samantha Schuster