«Better Call Saul», superando barreras temporada a temporada
Si creíamos que la cuarta temporada de «Better Call Saul» había llegado a su máximo esplendor, después de cocinarse a fuego lento durante tanto tiempo, fue porque no sabíamos lo que nos esperaba la quinta entrega. Mientras que en su antecesora empezamos a ver los primeros pasos de Saul dentro del camino que lo llevó a «Breaking Bad», en este caso el personaje ya recorrió varios kilómetros a pasos agigantados.
Siguiendo los hechos de la temporada anterior, en esta quinta entrega nos encontramos con el personaje de Saul ya consolidado: volvió al ruedo con su trabajo como abogado y empezó a relacionarse con criminales de alto vuelo, como Lalo, un personaje que se incorporó durante la cuarta parte pero que acá tuvo un rol central, convirtiéndose en el vínculo entre Saul y el crimen, aunque el protagonista todavía no esté del todo cómodo.
Por su parte, seguimos viendo la evolución de Kim, porque aunque siempre nos concentramos en Jimmy/Saul, es uno de los mejores personajes de la serie. Si bien por su talento e inteligencia podría continuar en las grandes ligas laborales, su interés y preocupación está en otras cosas: prefiere generar un cambio real en la gente, aunque esto a veces signifique jugar fuera de las reglas. En esta oportunidad, vemos la fortaleza de su carácter, sus agallas, cómo se impone por lo que verdaderamente quiere y cómo cuida a los suyos; una compañera de gran valor para Saul. Porque de Saul podemos esperar cualquier cosa, pero Kim sorprende de buena manera.
Tanto Bob Odenkirk como Rhea Seehorn están cada vez mejor en sus personajes. Lo hacen propio y, aunque siempre se mantienen dentro de su tono, van otorgándole más matices. Explotan sus momentos más dramáticos, aprovechan aquellos en los cuales deben estar contenidos y le dan rienda suelta a esos instantes de ebullición. Y no solo lo hacen separados, sino también cuando están juntos en escena.
En cuanto a nuevos personajes, esta vez no tuvimos ninguna incorporación, sino más que nada un cameo que nos rememoró aquellos tiempos de «Breaking Bad» con Hank a la cabeza. Parecía que su adhesión iba a ser mayor o más importante, pero al menos sirvió para ir incorporándolo dentro de la historia.
Sin dudas sus personajes son uno de los puntos centrales a la hora de hablar de «Better Call Saul», y podríamos detenernos en cada uno de ellos, porque todos hacen a la trama y tienen una subhistoria que contar: Mike con sus dudas y convicciones, Nacho con su doble cara y el deseo de dejar el crimen en el pasado, Howard con su interés de enmendar situaciones, Gus con la lucha entre bandas, entre otros.
Pero lo que hace perfecta a una serie es que cada uno de sus engranajes se encuentre en el lugar correcto y la haga funcionar de la mejor manera. Junto a la construcción de los personajes y las interpretaciones del elenco, nos encontramos con un guion digno de ser destacado: los diálogos inteligentes, ingeniosos y frescos, y los sucesos que ocurren en cada episodio, desde las sorpresas y los giros más grandes hasta esos pequeños detalles que hacen a la historia. Todo está pensado fríamente.
Y obviamente, si hablamos de esta serie no podemos dejar de lado los aspectos técnicos, que por momentos te hacen olvidar lo que estás viendo para centrarte en su fotografía, en esos planos únicos donde la cámara entra y los transforma en una obra de arte, en esa banda sonora que acompaña de manera perfecta lo que sucede. En esta oportunidad, tenemos varios de estos momentos memorables, algunos que duran todo un capítulo como el que ocurre en el desierto, y otros que nos ofrecen un punto de vista distinto en solo un segundo.
No sabemos bien cuándo podremos ver la sexta y última temporada de «Better Call Saul» por el retraso por la pandemia, pero sin dudas estaremos esperando que llegue ese momento para transitar otra serie de capítulos de la mejor manera, aunque ya sufriendo por tener que despedirla. En este caso nos brindó nada más y nada menos que un episodio mejor que el otro y que nos hizo enamorarnos aún más de esta historia.
Tráiler:
Samantha Schuster