«Coppola, el representante», la persona detrás de la estrella

En 2021 llegó a Amazon Prime Video «Maradona: Sueño Bendito», la serie que cuenta la historia de Diego Armando Maradona desde que era un chico que jugaba a la pelota en la calle, pasando por su debut como jugador de fútbol profesional hasta su máxima consagración y el descenso de su carrera, plagado de excesos, infidelidades y malas influencias.

Una de las personalidades que se mostraba en aquella serie y que fue fundamental dentro de la vida personal y profesional de Diego fue Guillermo Coppola, conocido por ser su mánager y mano derecha no solo en los aspectos futbolísticos sino también en todo lo que se encontraba alrededor. Hace unas semanas, Star+ estrenó «Coppola, el representante», una serie que se centra en su figura, con seis episodios de menos de una hora.

Ser el hombre detrás de una persona tan famosa e importante como Diego Armando Maradona no debe haber sido fácil. Conocer los beneficios, el poder, la riqueza y la fama de primera mano, pero a la vez estar siempre atrás para consentirlo y resolver sus problemas y caprichos, desde lo más simple hasta lo más bizarro y exquisito, porque el jugador tampoco tenía una vida sencilla y tranquila.

A lo largo de estos capítulos podemos ver un poco de la vida de Guillermo Coppola, desde sus inicios (pero que no se muestran de manera cronológica) como mánager hasta las situaciones más complejas y divertidas que tuvo que atravesar, como su paso por la cárcel luego de que le encontraran cocaína en su casa o el intercambio que tuvo con el mismo Enzo Ferrari para conseguirle al Diego un auto negro de su compañía, el cual no existía. Son muchas las anécdotas que tiene Coppola en su haber y se plasman de una manera detallada y entretenida, tal vez limpiando un poco su imagen a comparación con lo que se vio en la serie de Maradona, pero sin negar su debilidad por las mujeres, la fiesta y el dinero.

El hecho de tener a Ariel Winograd como director y a Mariano Cohn, Gastón Duprat y Emanuel Diez como guionistas le otorga una impronta particular a esta producción y nos va a marcar el tono que va a tener la serie, con un humor sarcástico a flor de piel y una puesta en escena original que harán de esta biopic una búsqueda más acorde a lo que es la figura de Coppola, sin caer en una fórmula preestablecida y lugares convencionales que poco tienen que ver con este personaje.

Es así como tenemos, por ejemplo, la decisión de cambiar cada tanto la relación de aspecto de 16:9 a 4:3 y otorgarle un look fílmico, antiguo y televisivo para generarnos la sensación de que lo que vemos tiene un aire documental y de época, aunque bien sabemos que sigue siendo parte de la ficción porque no vemos al verdadero Coppola sino a su actor Juan Minujín. O también cuando nos quieren contar parte del pasado de Guillermo y cómo llegó a su rol de mánager, recurriendo a la estética del viejo y conocido canal Volver y la productora Aries. Son decisiones estilísticas que ayudan a contar la historia y reflejar la personalidad del protagonista en pantalla.

Esto también se puede ver plasmado en el diseño de producción de la serie; el despliegue de las locaciones, cuya filmación ocurre tanto en Buenos Aires como en Nápoles para hacer creíble los momentos en los cuales Guillermo está en Italia acompañando a Diego en el Napoli; la ambientación y el vestuario que transmiten ostentación, lujo y fama por doquier; y la banda sonora que acompaña bien las distintas escenas de época.

Como decíamos antes, Guillermo Coppola está interpretado por Juan Minujín, quien logra imitar de una buena manera los gestos y la forma de hablar de la persona que está componiendo, a pesar de que por momentos podemos notar al propio actor detrás. De todas maneras, hace un buen trabajo para personificarlo, con la ayuda del peinado, maquillaje y vestuario.

Dentro del elenco tenemos una gran cantidad de actores que van pasando con papeles secundarios, algunos más importantes que otros, a lo largo de los capítulos, como Mónica Antonópulos (como Yuyito González), Joaquín Ferreira (uno de sus amigos de negocios), Alan Sabbagh (como un jefe de seguridad), María del Cerro (Karina Rabolini), Federico Barón (Daniel Scioli), Adabel Guerrero (Alejandra Pradón), María Campos (Susana Giménez), Rodolfo Ranni (Enzo Ferrari) y Gerardo Romano (Monaldi), entre otros. Todos hacen un buen trabajo para componer a sus personajes, algunos mejor resueltos que otros, y para conseguir que Minujín se luzca como Coppola, contando sus anécdotas, resolviendo problemas y alcanzando siempre sus objetivos a base de su labia, astucia y carisma.

Una buena decisión que tomó la serie (o que no tuvo más remedio por tema derechos, no lo sabemos) es no mostrar demasiado a Maradona, una figura que siempre llama mucho la atención, pero que acá hubiera sacado de foco al verdadero protagonista de la historia. De todas maneras, existen diálogos con él y siempre está presente de alguna manera, como también tenemos videos de archivo para ilustrar algunos momentos como la despedida en la Bombonera o entrevistas que dio Diego sobre ciertos temas en particular, porque no deja de ser una persona importante para su vida.

Entretenida, de fácil visualización por sus capítulos cortos y dinámicos, una gran cantidad de actores que van desfilando a través de una historia que cuenta el lado b y el detrás de una figura tan grande, importante y compleja como la de Maradona desde el punto de vista de su mánager Guillermo Coppola. Con un buen trabajo de Juan Minujín y una visión particular tanto en la realización de Winograd como en el guion de Cohn-Duprat-Diez, «Coppola, el representante» es una serie disfrutable, una biopic original, que nos acerca más a un personaje famoso, tal vez de una forma un poco lavada e inocente, pero que no deja ninguna situación central afuera.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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