Crítica de «Domicilio Conyugal» de François Truffaut (1970)

Un tiempo después de “Besos Robados”, el director francés François Truffat continúa la historia de la pareja protagónica en “Domicilio Conyugal”. Aquí aparecen Christine y Antoine ya casados y con perspectivas de comenzar una familia. Mientras buscan tener un hijo, ella da clases de violín y él cambia su trabajo como florista para evocarse a uno nuevo. Cuando su esposa queda embarazada, Antoine consigue empleo controlando unos pequeños botes en un parque turístico. El conflicto comienza cuando nace el pequeño y tiempo después él conoce a una joven asiática con quien comienza una aventura romántica.

Pocos son los directores que consiguen armar un relato logrando sugerir la mayoría de los hechos sin tener que desarrollarlos explícitamente como en esta película. El uso de elipsis tanto en formato de episodio como elementos más sutiles a través de un buen uso del montaje, le da a la narración un dinamismo y estilo muy propio. Como consecuencia de esto, por momentos se vuelve un tanto acelerado y se pierde un poco la profundidad en el desarrollo de los sucesos y la personalidad de los personajes, pero no es fundamental para la historia que nos están contando.

El film tiene una dirección y una fotografía que le dan una simpatía muy particular a la película, donde está su punto fuerte, ya que, sin agregar mucho el condimento de la tensión, es muy fácil y entretenido de ver. Está muy bien logrado el estilo propio que colabora mucho con la contextualización del relato. Este contexto está creado a partir de la utilización de una escenografía y personajes secundarios que reflejan a la sociedad de la época atinadamente.

En conclusión, “Domicilio Conyugal” es un film que tiene un estilo propio muy interesante, que logra extender el relato sin mostrarle a la audiencia todo lo que sucede, sino que lo hace mediante la sugerencia con un buen uso del montaje para generar elipsis. Es muy interesante para aprender y prestar atención en como está contada. Los personajes y la escenografía son muy buenos para reflejar un clima social de época.

Puntaje: 

 

 

Tráiler:

 

Juan Pablo Molina

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