Crítica de «El Asesino» de David Fincher (2023)
Tras su breve paso por salas, se estrenó en Netflix «El Asesino», el último film de David Fincher («Perdida», «Pecados Capitales», «El Club de la Pelea»).
Fincher es uno de los directores modernos más importantes de Hollywood. Su estilo pasa más por una cuestión temática, una precisión quirúrgica en sus recursos narrativos y un aspecto visual muy pulcro, que por cuestiones meramente banales y aspectos reconocibles a simple vista los cuales suelen tener varios de sus pares. De hecho, es curioso que podríamos hablar de su autoría, su voz o personalidad como artista a pesar de que solamente dirige y no escribe sus películas. Obviamente, que esto no es una falencia ni le resta algún tipo de valor como creador, pero el bueno de David entra en una categoría que lo emparenta con directores de la vieja escuela, más de oficio que los que pertenecen a la algo vieja concepción de la «teoría del autor». Fincher es un autor y su cine refleja sus obsesiones a pesar de no firmar los guiones algo que pasaba también con Alfred Hitchcock, solo para ejemplificar con uno de los nombres más importantes de la historia del cine.
«The Killer» (título original) está basado en una novela gráfica homónima escrita por Matz e ilustrada por Luc Jacamon, que parte de una premisa algo convencional y trillada pero que en manos de Fincher se convierte en un relato apasionante, plagado de virtudes.
La película cuenta la historia en primera persona de un asesino sin nombre (Michael Fassbender) que es contratado para realizar uno de esos asesinatos por encargo a una figura importante del mundo corporativo. Este personaje demuestra ser metódico, calculador y frio a la hora de planificar sus trabajos, no obstante, un fatídico error lo hace huir del lugar rápidamente y tener que afrontar las consecuencias. Por un lado, sus jefes querrán saldar las cuentas tras el encargo fallido, por otro lado, el cliente también creerá que hay que enmendar el error por la falta de cumplimiento. Allí comienza una persecución internacional en la cual el protagonista deberá volver a confiar en sus aptitudes para sobrevivir.
Como verán la historia no es nada que no hayamos visto miles de veces, un relato de asesinos en la búsqueda de la venganza («John Wick», entre los ejemplos más recientes). Sin embargo, Fincher logra volcar su propia impronta (David también tiene una obsesión compulsiva por este tipo de personajes e historias sobre asesinos, desde «Pecados Capitales» -1995-, a «Zodiaco» -2007-, pasando por «La Chica del Dragón Tatuado» -2011- a su incursión en las series con «Mindhunter» -2017-2019), y su deseo por profundizar en la psiquis de estos particulares personajes. Hay cierta analogía entre la meticulosidad, el detalle y lo calculador del personaje de Fassbender con la tarea del propio Fincher como director. Quizás por momentos la película remita más al cine de Michael Mann, por cómo se desempeña el protagonista, (algunos tintes de «Thief» y quizás de «Colateral») aunque también es evidente que se vuelve un poco a la obsesión que es retratada en Zodiaco.
Lo que también llama la atención es la decisión de Fincher de presentar este relato como una pequeña película hecha para televisión, lo cual en definitiva termina siendo porque es un film de Netflix, pero desde la secuencia de títulos que recuerda mucho a la primera década de los 2000 hasta la decisión de emplear una voz en off muy presente que no solo narra sino que intenta meternos de lleno en la introspección y el racionamiento del personaje (un punto de contacto con «House of Cards», serie que también produjo para la plataforma de la N), entre varias cosas más.
«El Asesino» podrá no ser una de las grandes películas de la carrera de Fincher, pero sí demuestra ser un sólido thriller con una puesta en escena precisa y calculada. Un film que reluce todas las obsesiones del director y que demuestra su pesimismo y cinismo más que en otros relatos. Asimismo, se agradece otra nueva colaboración entre David y Trent Reznor y Atticus Ross para componer la banda sonora del film, así como también la inclusión de varios temas de The Smiths para demostrar la rutina y el gusto musical del personaje. Demás está decir que Fassbender y Swinton son los puntos fuertes de este entretenido viaje por la oscuridad que nos propone el director de «Mank» (quizás la película que menos encaja en su corpus de obra).
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Martín Goniondzki