Crítica de «El Colibrí» de Francesca Archibugi (2022)

La directora Francesca Archibugi («La Gran Calabaza», «Querer es un Sentimiento») adapta la novela de Sandro Veronesi, la cual pudo ver en el Festival Internacional de Toronto, que llegó a nuestras pampas el año pasado gracias a la Semana del Cine Italiano 2022 y ahora logra estrenarse de manera comercial.

«El Colibrí» es una de esas películas que cuentan la vida de su protagonista y sus seres queridos a través del paso del tiempo. Lo interesante de la propuesta de Archibugi es que lo hace por medio de una narrativa no lineal, donde el espectador va construyendo poco a poco como si fuera un rompecabezas, los puntos más importantes y trascendentes que marcaron la vida del protagonista.

El largometraje se centra en Marco Carrera (Pierfrancesco Favino), siguiéndolo desde su niñez durante los años ’70 hasta la actualidad. Así es como se nos narra desde su breve historia de amor platónico con una mujer llamada Luisa Lattes (Berenice Bejo) hasta su matrimonio con Marina (Kasia Smutniak) con quien tuvo una hija antes de separarse. El azar y el destino irán llevando a Marco a través de caminos turbulentos llenos de dolor y angustia, y algunos breves momentos de felicidad que contrastarán y resignificarán los infortunios. Asimismo, el ex analista de su esposa (Nanni Moretti) irá acompañándolo y aconsejándolo cuando más lo necesite.

Estamos ante un melodrama duro y emotivo que se nutre de una estructura narrativa lo suficientemente atractiva para ir manteniendo el interés del espectador a lo largo de dos horas de duración. Incluso cuando el relato tiende a incurrir en algunos golpes bajos, su diacronía temporal nos descoloca momentáneamente y alivia un poco los grandes eventos dramáticos que acontecen en la vida de Marco y su familia. Quizás no sea del todo novedoso lo que se nos cuenta, pero la forma en la que se aborda la historia de vida de los personajes hace que toda la experiencia valga la pena.

Favino nos brinda una actuación completamente sentida y elevada, poniéndole matices y una progresión lógica a las formas de lidiar con los conflictos que tiene su personaje, acorde con la madurez emocional y la sabiduría que va adquiriendo el mismo durante el avance de la trama. Asimismo, Bejo y Smutniak complementan muy bien a nivel interpretativo dándole dimensión a los lazos afectivos del personaje principal.

Al principio, especialmente durante los primeros minutos, puede descolocar un poco la no linealidad de la historia, especialmente por la gran cantidad de personajes secundarios que presenta el film, pero parece algo totalmente buscado por Archibugi desde el guion y la dirección.

«El Colibrí» es un drama agridulce muy pensado en sus formas y en su ejecución, lo cual por instantes puede ser contraproducente y parecer demasiado orquestada. No obstante, resulta ser un sólido ejercicio narrativo e interpretativo que se nutre de la singularidad de su estructura y de un correcto trabajo de casting, aun cuando por momentos se pueda incurrir en golpes bajos y momentos algo formularios.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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