Crítica de “Los 39 escalones” de Alfred Hitchcock (1935)

Con el suspenso como principal premisa, “Los 39 escalones” es una adaptación realizada por Charles Bennett, a partir del libro homónimo de John Buchan. La película, dirigida por el Maestro Alfred Hitchcock, es aclamada como la mejor de las cuatro versiones cinematográficas existentes de aquel texto (las demás tienen fecha del 1959, 1978 y 2008).

La historia retrata a un canadiense llamado Richard Hannay (Robert Donat), quien se encuentra sorpresivamente con Annabella Smith (Lucie Mannheim). La mujer lo convence de que la lleve a su casa, donde le revela que es una espía y estaba siendo buscada por otro grupo. Ahora, involuntariamente, Hannay se ve involucrado en un problema donde, para seguir con vida, deberá mantenerse continuamente en movimiento. Este es el primer film de Hitchcock donde su protagonista se escapa de la justicia.

Con respecto al largometraje, al ser una adaptación, vale realizar un comentario en cuanto a su relación con el libro: varía mucho. El matriz romántico de la película no aparece en el texto, como también cambia el significado de qué son los 39 escalones. Igualmente, a pesar de estas cuestiones, el producto fue aclamado por la crítica.

Ahora, en cuanto a los aspectos técnicos, la película carece de musicalización constante. Las piezas utilizadas son realizadas por una orquesta en vivo durante distintas escenas el film, además de una melodía que Hannay silba constantemente, sin acordarse de dónde la había escuchado. Arrastrar un elemento a lo largo de todo el desarrollo de la cinta para, luego, explicar su significado al final; una característica del cine de Hitchcock que recorre su filmografía entera.

Las actuaciones son muy adecuadas. Robert Donat encarna a un personaje multifacético, suelto al momento de hablar y de una rapidez mental interesante. Mientras tanto, Madeleine Carroll se pone en la piel de Pamela, que se encuentra en el camino de Hannay, dando lugar al matiz romántico y a una dupla que se complementa de gran manera.

La película mezcla suspenso con momentos de humor al estilo inglés: sutil e intelectual. La inyección de esta característica, hace del largometraje un producto interesante y llevadero de ver. En conclusión, considerando su buena recepción y el gran desarrollo de su argumento, “Los 39 escalones” es una excelente opción para seguir conociendo el mundo de Alfred Hitchcock.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Franco Valente

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