Crítica de «Los Secretos de Harry» de Woody Allen (1997)

En una filmografía tan extensa como es la de Woody Allen, hay varias películas que se destacan muy por encima del resto. Una de estas es “Los secretos de Harry”, que en sintonía con los demás films del director, posee una estética y un estilo muy particular que nos interpela a su manera como espectadores. Estrenada en 1997, fue nominada al Oscar a Mejor Guión Original pero el premio se lo llevó “Good Will Hunting” de Gus van Sant.

La historia es bastante autorreferencial y está protagonizada por el mismo director, interpretando a Harry Block, un escritor que es definido en el film como alguien “no apto para la vida pero sí para el arte”. Él escribe sus cuentos y novelas en base a experiencias vividas por sí mismo, lo que le llevó a distanciarse de muchos de sus cercanos, como sus parejas y familia. La trama comienza cuando él es llamado a recibir una mención de honor en la universidad a la que fue, pero como está distanciado de sus cercanos, no tiene con quién ir.  Mientras piensa y busca acompañamiento para la ceremonia comenzamos a explorar con él sus relaciones pasadas montadas con los escritos que produjo en base a esto. Es decir, vemos sus experiencias y cómo las llevó al plano artístico. También, en paralelo, el protagonista está atravesando un bloqueo creativo que no le permite comenzar a escribir una nueva novela y lo vemos constantemente luchar contra este problema.

Con la construcción del personaje el director busca reflexionar sobre varias cuestiones, como la influencia de la vida cotidiana de un artista para la creación de sus obras y, a la vez, cómo el proceso de creación y escritura influye en la interpretación que le damos a los hechos en los momentos vividos. Es decir, cómo la identidad de quien escribe está inmersa en su obra y ésta, a la vez, influye sobre esta identidad. También busca explorar cómo se produce un bloqueo creativo y como éste puede ser enfrentado por quién lo sufre.

El estilo del film es bastante extraño y de hecho en un comienzo hace mucho ruido en el espectador, pero a medida que avanza se va comprendiendo el por qué y nos permite disfrutarlo. Para empezar, va intercalando las historias que escribe el protagonista con distintas escenas de su vida, tanto del pasado como el presente; cada cual con su estilo. Lo que genera incomodidad es que el presente es contado de forma fragmentada con cortes completamente extraños para el tipo de narraciones a las cuales acostumbramos, pero que el protagonista también sufre esa confusión. La narración recurre constantemente a este recurso, pero por si solo se va explicando como un componente que nos mete aún más en la mente del protagonista para conseguir que sintamos una gran empatía con él. Y a medida que avanza la narración logra de gran manera mezclar la ficción con la realidad del relato.

El elenco está compuesto por grandes actores y actrices de poca participación como Tobey Maguire, Julia Louis Dreyfuss y Robin Williams, entre otros, que son los protagonistas de las novelas y cuentos de nuestro protagonista.

En conclusión, “Los secretos de Harry” es una película muy interesante que posee un estilo muy particular y en el relato que nos cuenta deja muchos disparadores para que reflexionemos sobre la práctica artísitica y la influencia mutua entre el creador y su obra.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Juan Pablo Molina

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