Crítica de «Matilda de Roald Dahl: el musical» de Matthew Warchus (2022)

En 1988 Roald Dahl escribió la novela «Matilda», una obra que tuvo tal éxito y repercusión que en 1996 se realizó la película con Mara Wilson y Danny DeVito que la mayoría de nosotros conocemos, y en 2010 se llevó esta historia al teatro para hacer un musical.

El 25 de diciembre del año pasado llegó a Netflix la película musical, que se centra en esta niña extraordinaria que con una mente aguda y una imaginación vívida comienza las clases en un colegio donde la libertad está coartada y sus padres no la acompañan en el proceso. Es así como buscará tomar una posición para cambiar el futuro de todos los alumnos y el suyo propio.

Para todos los que crecimos en los ‘90/’00 que vimos «Matilda» (1996) infinidad de veces, es inevitable que comparemos ambas historias cinematográficas por su similitud, pero si bien la base y los personajes son los mismos, el hecho de agregarle los números musicales hace que termine teniendo un resultado diferente. Además, también se le agrega bastante más fantasía, que va más allá de que la protagonista tenga poderes, sino que también la mente de Matilda vive en un mundo lleno de historias y de cuentos. 

La trama sigue mezclando esa oscuridad con la ternura del personaje y nos deja varios mensajes esperanzadores que se basan en la importancia del amor, la amistad y el respeto, el ser auténtico a uno mismo, el levantar la voz contra las injusticias y el tener la capacidad de superar todos los obstáculos que se nos impongan.

Los aspectos técnicos están muy bien logrados, principalmente tiene buenas coreografías y canciones, que algunas se van repitiendo a lo largo de la historia para marcar la trama de ciertos personajes. Además, la ambientación de la escuela es efectiva, ya que te da esa sensación tenebrosa y escalofriante.

El elenco se encuentra muy bien en cada uno de sus roles, tanto en cuanto a la interpretación como también a la performance musical. Principalmente podemos destacar a la pequeña Alisha Weir, que no solo canta y baila bien sino que le pone mucha actitud a su personaje y tiene un registro actoral bastante interesante, demostrando angustia, enojo, ternura y cordialidad, según sea necesario. Está bien acompañada por el resto de los niños y los adultos, entre los que sobresalen Lashana Lynch como la señorita Miel, Emma Thompson como Tronchatoro que además de ser la villana odiosa está muy bien caracterizada, porque casi ni podemos ver a la actriz que se encuentra detrás, y Andrea Riseborough como la despreocupada madre de Matilda.

En síntesis, la nueva versión cinematográfica de Matilda consigue tener un resultado satisfactorio tanto para las nuevas generaciones para aquellos que crecimos con el film del ‘96. Buenos números musicales, lograda incorporación de más cantidad de fantasía y atinadas interpretaciones terminan de redondear esta efectiva película familiar.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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