Crítica de «Novocaine sin dolor» de Dan Berk y Robert Olsen (2025)
«Novocaine» cuenta la historia de un joven ejecutivo de banco que tiene la mala suerte de enamorarse de una compañera de trabajo justo en la previa de un robo a mano armada que termina con ella secuestrada. Aunque su suerte arrancó mucho antes, ya que nació con una condición que pone en riesgo su vida a la vez que lo vuelve un más que interesante protagonista para pelis de acción: no puede sentir dolor. El género de acción es uno de los que aún mantienen viva la saludable creencia de que una película tiene que ofrecer una premisa atrapante. Incluso la gran responsable de revivir el género en taquilla, la saga «John Wick», inicialmente le debió su creciente popularidad al boca en boca positivo de los que disfrutaban comentar como toda la trama surge para vengar la muerte de un perrito. «Novocaine» tiene la gran ventaja de toparse con un concepto tan simple que resulta brillante en su potencial para una comedia de acción.
Lo único que quedaba era encontrar un protagonista adecuado, y tuvo la fortuna de coincidir con el firme salto a roles protagónicos en la gran pantalla que viene dando Jack Quaid («The Boys», «Scream V») este año. La simpatía y humor de Quaid le va como anillo al dedo a una película que intenta siempre darle a todo una impronta divertida. A pesar de esto, los directores Dan Berk y Robert Olsen no logran brindarle una personalidad visual a la cinta. La misma tiene una ejecución correcta pero que nunca se arriesga a ser más que adecuada, quedándose atrás de pares del género que entendían que en los excesos uno puede encontrar cierta brillantez (como las «Crank»), algo memorable (como «Baby Driver») o al menos un buen rato (como la más reciente «Carry-On»).
«Novocaine» nos ofrece una persona normal, con una condición real llevada a lo caricaturesco, que toma el riesgo de convertirse en héroe de acción por amor a una muchacha con la que salió por primera vez apenas 24 horas antes. Si bien tiene algunas secuencias que aprovechan su concepto, no hay ningún motivo por el que la gran mayoría de la película debamos ver secuencias que podrían corresponder a cualquier otra producción desconectada de esa premisa. Sacando una muy buena secuencia extendida final, hay algunas escenas de pelea que desarrollan escenarios insípidos agregando meros detalles que aprovechan de manera superflua las capacidades especiales de su protagonista. Algunas incluso parecen agregadas incidentalmente, o al punto de no ofrecer una mejora por sobre la misma secuencia si fuese protagonizada por un personaje sin esas características. Después de todo, ¿no es más simpático que Jackie Chan se queme durante una pelea en una cocina, en lugar de ver a Jack Quaid hundiendo la mano en aceite sin sentir nada?
Esa es la desconexión que existe entre lo que vieron posible en el concepto y lo que podría haber llevado una premisa interesante a una película que valiera la pena recomendar. «Novocaine» no es un mal film, algo corriente quizás, pero la experiencia termina siendo positiva gracias a la simpatía que logra su elenco sumados a un guion que logra brindar alguna que otra secuencia a la altura. Esas son las consecuencias de la diversión sin anestesia, se pierde algo de tensión y ese pequeño dolor que trae consigo el dar un buen golpe.
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