Crítica de «Terrifier 3» de Damien Leone (2024)
Ya hablamos del origen del exitoso ejercicio indie de Damien Leone, donde primero probó con el personaje dentro de una antología de horror, luego pasó a realizar un cortometraje, para finalmente darle forma a la criatura en un film de bajo presupuesto en 2016. El boca en boca fue tan fructífero que Art the Clown comenzó a convertirse en un fenómeno de culto, lo cual desembocó en una secuela que tuvo su estreno comercial en salas en 2022. La película que tuvo un presupuesto de 250 mil dólares, logró recaudar más de 15 millones por lo que la tercera parte fue confirmada inmediatamente. Para esta nueva secuela, que ya cuenta con un presupuesto de 2 millones de dólares, el camino también viene siendo dorado, ya que por el momento el film logró superar los 50 millones de dólares en recaudación. Obviamente era de esperar que Leone confirme una cuarta e incluso una quinta parte de esta saga. No obstante, ya se empiezan a observar ciertas señales de agotamiento en lo que se nos narra.
Lo más interesante que consiguió el director con la saga de «Terrifier» fue crear un villano totalmente icónico que ha logrado meterse en la cultura popular y en el imaginario colectivo de los fans del terror. De alguna forma (y salvando las distancias) Art the Clown ya forma parte de un panteón que lo ubica al lado de Freddy, Jason, Michael Meyers y tantos otros personajes que alcanzaron el olimpo de las películas de terror. Sin embargo, a diferencia de varios de los casos antes mencionados, las películas de «Terrifier» no logran dar un salto cualitativo a nivel narrativo y visual que sí tienen varios de los largometrajes antes enumerados.
«Terrifier 3» toma, de alguna forma, la posta que dejó la saga de «El Juego del Miedo» en todo lo que respecta al gore, las tripas y el splatter; al mismo tiempo en que intenta funcionar estructuralmente como un slasher en como emplea ciertos mecanismos. Art the Clown (gran labor de David Howard Thornton que compone esta especie de clown que no habla y gesticula enérgicamente, hallando placer en el dolor ajeno) revive mediante cierta brujería o magia, gracias a la poseída ayudante Victoria (Samantha Scaffidi), que pasa a ser algo así como su asistente y la que expresa mediante diálogos lo que el arlequín homicida no puede. Esta especie de dupla (algo medio Guasón y Harley Quinn) entra en un periodo de hibernación, despertando 5 años después para seguir con el derrotero criminal en la época de Navidad. Mientras ellos, se zambullen en un carnaval sanguinolento y despiadado, Sienna Shaw (Lauren LaVera), la sobreviviente de la película anterior, es dada de alta en un hospital psiquiátrico y vuelve a vivir con sus tíos y su sobrina. En el medio intenta reconectar con su hermano menor, el cual intenta alejarse de todo el circo mediático generado alrededor de los fanáticos del true crime que lo siguen en la universidad, pero todo parece estar rodeado de un aura siniestra que se cierne sobre el condado de Miles, con la vuelta del payaso que busca sembrar el caos durante Nochebuena.
«Terrifier 3» mantiene la esencia de los relatos anteriores buscando generar asco, indignación y sorpresa por el nivel de brutalidad que parece ir en escalada film a film. El problema es que, a nivel narrativo, la película termina siendo muy confusa dando ciertas «explicaciones» e intentando profundizar en la mitología sugerida en la segunda parte, pero sin ningún tipo de claridad. Pareciera que Leone solo se divierte creando elaboradas y cruentas formas de impresionar al espectador más que en darle cierta coherencia y cohesión a los hechos que se nos presentan. Incluso toda la parte de posesión y brujería, así como también la forma en que revive Art, tampoco quedan del todo justificadas.
Por otro lado, si bien hubo un importante incremento en cuanto a presupuesto (algo que igualmente sigue siendo bajo para los parámetros de la industria), la puesta en escena se sigue viendo igual que desde la primera parte. Los decorados, el aspecto visual y todo lo que vemos en cuadro parece ser una excusa para el salvajismo y la creatividad que se puso en las complejas muertes que se ven en el film. Se siente como una falta de conexión entre las diversas secuencias que se van encadenando.
Habiendo dicho todo esto, los fans más acérrimos del genero probablemente la pasen bien con las «aventuras» de Art que parece no tener ni un freno ni limites aparentes. Lo más atractivo de la propuesta radica en esa dicotomía entre lo impredecible y salvaje del personaje, lo cual lo convierte en una fuerza oscura implacable, y la falta de límites que justamente lo vuelven (al menos de momento) algo sumamente intenso y sin barreras/frenos que logren oponérsele.
«Terrifier 3» es una película fallida a nivel técnico y narrativo, pero sorprendente en cuanto a lo desafiante que resulta ser para el espectador. Un film desagradable y un festín sangriento para los fans del terror que abogan por mayor cantidad de gore y violencia.
Puntaje:
Martín Goniondzki