Crítica de «The Eyes of Tammy Faye» de Michael Showalter (2021)

Con la temporada de premios comienzan a proliferar las biopics de ciertas figuras históricas que por algún motivo quedaron en la memoria colectiva correspondiente a cada territorio. Una de las que llama la atención es la de «The Eyes of Tammy Faye» (2021), film cuyo protagónico cayó en manos de Jessica Chastain («It: Part Two», «Zero Dark Thirty»), una de las grandes candidatas a quedarse con el Oscar a Mejor Actriz en la entrega del próximo domingo 27 de marzo.

El largometraje de Michael Showalter («Lovebirds», «The Big Sick»), cuenta la historia de una pareja de evangelistas, Jim Bakker (Andrew Garfield) y Tammy Faye (Jessica Chastain), que durante las décadas de los 70’ y ’80, comienzan un astronómico ascenso dentro de la televisión norteamericana de cable, convirtiéndose en reconocidos predicadores. Prácticamente comenzaron a construir una de las cadenas religiosas más grandes del mundo, así como también un parque temático y diversos centros. Sus aparentes mensajes de amor y aceptación los llevaron a crecer dentro del ámbito religioso e incluso a generar divergencias con algunos colegas que no estaban tan de acuerdo con sus posturas (Tammy Faye acogía a personas de todo tipo), o que querían quedarse con una gran parte de ese negocio. Así como tuvieron un ascenso meteórico, también sufrieron una vertiginosa caída por medio de irregularidades financieras, escándalos y otras cuestiones que formaron parte de esta intrigante historia.

El film de Showalter conforma una típica película biográfica donde se narra la vida de esta peculiar pareja, de una forma clásica pero efectiva. A nivel narrativo, no hay grandes sorpresas e incluso aquellos espectadores que no estén familiarizados con la historia de los Bakker podrán anticipar cómo se desarrollarán los acontecimientos. Es una típica historia de auge/decadencia, subida/caída que prioriza el lucimiento de un Andrew Garfield que muestra nuevamente su talento interpretativo alejado de su costado pochoclero, pero especialmente la versatilidad de Jessica Chastain que realiza un trabajo formidable componiendo a esta particular mujer que solo busca su lugar en el mundo, enfrentando tanto los problemas en los que la involucra su esposo así como también a las arcaicas y machistas concepciones de la religión manifestadas en las altas esferas de su círculo predicador (especialmente en el rol del siempre cumplidor Vincent D’Onofrio como principal antagonista).

«The Eyes of Tammy Faye» nos propone un viaje a través de un caso real que fue un plato fuerte para la prensa norteamericana que, a través de una justa mezcla entre el drama y ligeros toques de comedia, logra reflexionar sobre la fe ciega, sobre el negocio detrás de la devoción y en cómo ciertas personas abusan de la confianza y las creencias de las personas en función del beneficio propio. Un relato convencional pero efectivo que atrae más que nada por la potencia que le imprime Chastain al personaje del título.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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