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Crítica de «Un Completo Desconocido» de James Mangold (2024)

Resulta muy complejo realizar algún tipo de juicio valorativo de la figura de Bob Dylan y de «Un Completo Desconocido» en particular. No solo tiene que ver con factores personales (quien les escribe no es ni gran fan ni tan conocedor de la historia del artista) sino que, además, el cantante en cuestión tiene una trayectoria que implican más de 60 años de carrera ininterrumpida. Si a eso le sumamos el factor de la enorme proliferación de biopics de intérpretes y agrupaciones musicales que tuvimos en el último tiempo e incluso la gran cantidad de documentales y relatos ficcionales sobre la leyenda de Robert Allen Zimmerman (el propio Martin Scorsese le dedicó dos largometrajes de no ficción, «No Direction Home» -2005- y «Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese» -2019- y también tenemos la conocida e interesante «I’m Not There» -2007- de Todd Haynes); nos encontramos ante un panorama repleto de propuestas, bastante viciado con los estereotipos del género.

Aun así, James Mangold parece desafiar todas estas convenciones y panoramas adversos optando por contar la primera etapa del cantautor, desde su llegada a New York en 1961 hasta la culminación de su periodo folk en 1965. Lo interesante es que ese desafío no proviene desde un lugar de la novedad o el efectismo como podría ser el caso de «Better Man» (2024), el film que cuenta la historia de la estrella británica, Robbie Williams, con el detalle de que está personificado por un mono generado por computadora, sino que justamente opta por el clasicismo narrativo de Mangold para erigir la leyenda/mito de Dylan.

El largometraje se basa en el libro «Dylan Goes Electric! Newport, Seeger, Dylan, and the Night That Split the Sixties» escrito por Elijah Wald y justamente decide contar esa primera etapa en la que Bob Dylan (impecable personificación de Timothée Chalamet) llega a la influyente escena musical a principios de los ’60, con el objetivo de conocer a Woody Guthrie (Scoot McNairy), su ídolo musical y gran influencia, que se encontraba internado en un hospital. Allí no solo conoce a Guthrie sino también a Pete Seeger (Edward Norton). Ambos quedan impactados por un tema propio que el joven de 19 años le dedica a Guthrie. Es así como Seeger introduce a Dylan en la escena folk de NY y donde comienza un ascenso meteórico en un breve periodo de tiempo. Sus canciones se convirtieron en todo un fenómeno cultural internacional que el mismo Seeger promovió para poder revivir el folk y popularizarlo. Obviamente, que la película contará otros aspectos vinculados con la vida personal de Dylan e incluso jugará con la idea de que no se sabe demasiado de su origen, su familia, etc.

Dylan comienza una relación con una chica llamada Sylvie (Elle Fanning), una militante y activista por los derechos civiles, que de alguna forma lo empuja a componer ciertas canciones vinculadas con esos ejes temáticos. Sin embargo, también se mostrará otra faceta del músico a partir de su romance con Joan Baez (Mónica Barbaro), una consagrada estrella del folk con la que se cruza en varios festivales y giras musicales. Uno de esos eventos, quizás el más trascendente y vital para la historia que cuenta Mangold, es el Newport Folk Festival, organizado por Seeger que año a año va incrementando su convocatoria, en parte gracias a Dylan y su popularidad, hasta la ruptura en 1965.

Mangold realmente logra sumergirte en la época mediante a su maravillosa puesta en escena y su narrativa tan evocativa como clásica. Como mencioné al principio, es un gran acierto acotar la historia y dedicarse exclusivamente a un periodo, ya que sería demasiado explayarse hasta la actualidad sin dejar afuera algunos aspectos destacados. Por otro lado, es muy difícil pensar en «Un Completo Desconocido» sin la presencia de Chalamet quien le pone el cuerpo y la voz a Robert Zimmerman, en un relato que ofrece una gran cantidad de canciones interpretadas (es ahí también que parece funcionar más como musical que como biopic porque si bien no hay canciones constantemente, la narración se va construyendo a partir del proceso creativo de Dylan que va componiendo en el hospital, en el departamento de su novia después de tener relaciones, en bares, en lugar de solo ornamentar el drama o funcionar de soundtrack). Chalamet aprendió a tocar la guitarra, canta y construye su versión de Dylan a la perfección sin caer en la imitación, demostrando su destreza interpretativa para estos papeles tan difíciles. Norton, por su parte, también vuelve a brillar en la pantalla grande con su medida, pero igualmente sólida, composición de Seeger.

«Un Completo Desconocido» viene a sacarnos del sopor en el cual nos habían depositado las últimas biopics musicales para darnos un acertado retrato de una leyenda de la música norteamericana. Mangold con su pulso y estilo alejado de cualquier ampulosidad logra introducir al espectador en la extraordinaria historia de Bob Dylan.

Puntaje:

 

Tráiler:

Martín Goniondzki

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