Crítica de “Zombieland” de Ruben Fleischer (2009)

«Zombieland» es la ópera prima del realizador Ruben Fleischer, quien en sus comienzos se destacaba por su desempeño como director de comerciales y videos musicales. Luego de obtener una buena reputación por este film, trabajó como director de «30 minutes or less» (2011), «Ganster Squad» (2013) y «Venon» (2018); y produjo «The Unicorn Store» (2017). Próximamente estrenará la secuela de su primogénita «Zombieland: Double Tap», con el agrado de repetir elenco diez años después.

La cinta corresponde al género comedia, aunque también cuenta con tintes de terror. Si bien el fuerte se marca claramente en el aspecto cómico, lo poco de terror que se busca generar, cumple muy bien. Sobre todo, al inicio y final del metraje, con sangrientos y tensos momentos de persecución zombie.

La historia transcurre en un mundo distópico donde seguimos a Columbus, Tallahassee, Wichita y Little Rockl, quienes han sobrevivido en una sociedad donde la mayoría de las personas se han convertido en zombies. El grupo buscará llegar a un refugio seguro en Los Ángeles respetando una serie de reglas de supervivencia y estrategias para evadir la plaga sobrenatural.

Cuenta con las actuaciones de un buen Jesse Eisenberg (Columbus) haciendo lo que mejor sabe hacer: un introvertido, carismático y debilucho nerd. Un monumental Woody Harrelson (Tallahassee) que se roba la película en varios momentos, haciendo del típico tipo rudo que nació para matar zombies. Y unas correctas Emma Stone (Wichita) y Abigail Breslin (Little Rock) aportando lo suyo como dos hermanas estafadoras.

Nos encontramos frente a una trillada trama de zombies en la que varios supervivientes tienen que llegar de un punto A a un punto B, atravesando hordas de muertos vivientes y problemas internos del grupo. Lo original de la obra es el continuo humor con el que se aborda la misma, sin decaer de nivel casi en ningún momento. Y su explícito planteamiento de establecer reglas para sobrevivir en este caótico mundo, algo que cualquier amante del género ya hubiera imaginado anteriormente ante el supuesto de un mundo similar. También hay que destacar el buen manejo de las secuencias de acción, una acertada banda sonora y la gran química que hay entre los actores, logrando escenas de comedia muy efectivas, especialmente entre Eisenberg y Harrelson en los primeros minutos del film.

Como puntos negativos podemos mencionar al flojo guión que presenta varios baches argumentales. Por otra parte, el lado romántico de la historia se vuelve bastante predecible de a ratos, e incluso se puede considerar hasta innecesario. Finalmente, como los momentos de terror están muy bien logrados, dejan al espectador con ganas de un poco más.

Para cerrar, se pueden destacar los créditos iniciales, en donde vemos en su máximo esplendor al pasado creativo de Fleisher. Nos encontramos con secuencias de mucha calidad cinematográfica, con un buen manejo del recurso slow motion y unos títulos bien logrados al ritmo de Metallica. Nobleza obliga, debemos nombrar el trabajo de Bill Murray. El actor logra uno de los mejores momentos de la película con unos breves pero gloriosos minutos en pantalla.

En conclusión, estamos frente a una cinta sumamente entretenida, que se ganó su lugar como clásico de comedia zombie junto a «The return of the living dead» (1985) y «Shaun of the dead» (2004). Se pasa una agradable hora y media de película con una buena dosis de humor negro, buen ritmo narrativo y unos carismáticos personajes.

Puntaje:

Tráiler:

 

Javier Franco

 

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