«El Marginal 5»: un emotivo cierre del drama carcelario

En enero de este año se estrenó la cuarta temporada de «El Marginal», una de las series argentinas más populares e interesantes de la actualidad, que comenzó a emitirse por la TV Pública y luego pasó a Netflix. Sabíamos que la quinta y última entrega había sido rodada en continuado con la anterior y que pronto llegaría al streaming. Es así como este 4 de mayo se subieron los seis episodios que integran el final de este drama carcelario que conquistó al público.

Como nos tiene acostumbrados la serie que va jugando con el tiempo, nuevamente nos encontramos con un salto de tres años hacia adelante después del intento de fuga de Miguel Palacios/Pastor, donde murió su pareja Emma, y de Diosito, que logró salir en libertad. Las cosas en Puente Viejo siguen complicadas, con las distintas facciones que se encuentran enfrentadas como siempre. Palacios escribió un libro sobre su situación, algo que generó tanto adeptos como detractores dentro y fuera del penal y deberá luchar por el bienestar de su hijo a pesar de los obstáculos de la burocracia, mientras que Diosito está prófugo y tratando de sobrevivir afuera y Mario va perdiendo cada vez más poder por un estado de salud delicado, dejando lugares libres para que la ‘Sub 21’ tome coraje y otros integrantes de la banda de Borges quieran escalar en el liderazgo.

Esta última temporada viene a darle un cierre propicio a los distintos personajes que venimos siguiendo desde hace tiempo y a brindarnos ese choque final entre la banda de los Borges y la ‘Sub 21’, que se vienen midiendo entrega a entrega. Es por eso que no se incluyen demasiados personajes nuevos, sino que se ahonda en los que ya conocíamos y se le otorga mayor peso a otros, como Bardo, que cobró un protagonismo más importante ahora que el grupo de Coco no existe y se sumó al de los Borges. También vuelven algunos secundarios que hace bastante no aparecían como Luna o Triste.

Los protagonistas tratan de encontrar su lugar en el mundo, decidir qué es lo que quieren para su futuro y cómo transitarlo, al mismo tiempo que tienen que cuidar sus espaldas y ver la forma de que los de enfrente caigan primero. En este sentido, tenemos momentos para reflexionar, de manera interna como también sobre la vida en la cárcel, los tratos que reciben, la idea idílica de reinsertarse en la sociedad; y otros donde reina la acción. Constantemente nos encontramos con enfrentamientos violentos que hacen que cada capítulo se vuelva dinámico, y, a pesar de que la historia sea un poco más de lo mismo y pueda resultar predecible en varios momentos, vaya avanzando con el desarrollo de los personajes que viven otras experiencias y situaciones.

Sin dudas los actores están más que afianzados en sus papeles, se sienten cómodos y saben cómo actuar, reaccionar y responder ante ciertos temas. Como decíamos previamente, en esta temporada les proponen algunos desafíos nuevos que tienen que ver con lo interno y cuestiones más humanas que simplemente el poder en la cárcel. Juan Minujín, Nicolás Furtado, Claudio Rissi, Gerardo Romano, Ariel Staltari, Abel Ayala y Maite Lanata, son algunos de los nombres de este elenco sólido y más que cumplidor.

En cuanto a los aspectos técnicos, la ambientación de la cárcel sigue siendo clave para que la historia se desarrolle, porque nos ofrece un lugar opresivo, de revuelo y una olla a presión a punto de estallar. La banda sonora también genera suspenso y tensión constantemente, acompañando de buena manera los enfrentamientos.

A algunos les podrá gustar más o menos el final, pero no podemos negar que el cierre de todos los personajes es coherente con respecto a la personalidad y al accionar de cada uno de ellos. Los castigos y premios vinieron de la mano de lo que fuimos viendo a lo largo de toda la serie. La adrenalina y la emoción se adueñaron del último episodio en el cual nos despedimos con nostalgia de los protagonistas que aprendimos a querer hace tiempo. Y de yapa una secuencia que nos sacará rápidamente la tristeza para terminar bien arriba con una sonrisa.

En síntesis, a pesar de que por momentos nos encontramos con más de lo mismo y algunos giros previsibles, la quinta y última temporada de «El Marginal» cumple con todo lo que se propone: realizar un viaje más introspectivo de los personajes, generar ese enfrentamiento tan esperado durante todos estos años, darle un cierre propicio a los protagonistas y reflexionar sobre la vida en la cárcel, sin dejar de lado el entretenimiento. Una lograda producción argentina que quedará en la memoria colectiva.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *